El estadio Eden Park de Auckland será el escenario donde se despedirán los restos de Jonah Lomu, la leyenda del rugby de Nueva Zelanda que murió el pasado miércoles 18 de noviembre. «La ceremonia estará abierta a todos los que quieran agradecer la importante contribución de Jonah, no sólo en el rugby aquí, sino también en el extranjero, y también a nivel general a través de su implicación en organizaciones caritativas», explicó John Key, el primer ministro neozelandés.
El próximo lunes, se abrirán las puertas del Eden Park, con capacidad para 50.000 personas. Al día siguiente se hará el funeral privado de Lomu, que murió a los 40 años. La elección del estadio no es casualidad, ya que allí los All Blacks conquistaron sus dos primeros títulos de campeones del mundo, en 1997 y 2011, ambas veces ante Francia.
Mientras tanto, John Mayhew, uno de los médicos de Lomu, explicó que el rugbier murió probablemente de una embolia pulmonar. «Volvía de Inglaterra vía Dubai y parecía tener buena salud antes de morir», le dijo a la BBC. «Creemos que la causa más probable es una embolia pulmonar, que se puede complicar en un viaje de larga distancia. Jonah tenía mucho riesgo de sufrir este problema a causa de su enfermedad renal», explicó.
Lomu jugó 63 partidos con la selección de Nueva Zelanda entre 1994 y 2002, y saltó a la fama en el mundial de rugby de Sudáfrica de 1995, gracias a una combinación única de velocidad y fuerza.