Me han sorprendido algunas declaraciones que he leído en las últimas horas, de personas muy honorables, directivos de la Unión Argentina de Rugby, respecto del presunto desfalco cometido en las arcas de aquella entidad. Son de tremenda inocencia al tratar de ocultar un delito y que no tenga difusión. Manuel Arrías, especial para Tercer Tiempo *

Todo se sabe y muchas veces puede tardar en conocerse la verdad, pero deberían saber que cuando mas tarda, más se magnifica.

Hay mucha gente que dice “los trapos sucios se lavan en casa” y se equivocan de medio a medio. No debe haber trapos sucios. Permitir el quebrantamiento de las reglas, cualquiera sea su importancia debe ser sancionado. El hecho denunciado periodísticamente, que honestamente no se si llegó a tribunales porque tampoco hay información precisa, debió ser denunciado públicamente cuando se descubrió, sin importar los nombres de los involucrados ya que eso debe quedar para la justicia.

Si es verdad como señalan algunos que es una “tradición” en el rugby resolver sus problemas puertas adentro, lo que también debe señalarse como un grave error. Bastantes problemas ha causado esta práctica que va desde lo deportivo a lo administrativo, pasando por todas las áreas. Si hasta casos positivos de doping han sido ocultados en resguardo quien sabe de que.

Querer ocultar la información por ser este el momento deportivo más importante de los Pumas, suena a una excusa inadmisible o a la misma inocencia de creer que las cosas se pueden ocultar para siempre. De haberse hecho en su momento, hubiese sido más oportuno.

Lo más saludable es informar todo con claridad y que sea la gente la que saque sus conclusiones.

El gran trabajo que vienen desempeñando los dirigentes de rugby argentino, no se merece esta mácula.

* Fundador y ex Director de Tercer Tiempo