Un buen entrenador de rugby es el que utiliza de la mejor manera todo el potencial del plantel de jugadores sobre el que tiene la responsabilidad de conducir. Cuando digo plantel es el grupo al que siempre, dicho entrenador, tiene que observar en función de futuro.
No sólo en lo puramente técnico, y táctico, sino en lo cuantitativo. No debe poner nunca freno a este último aspecto, por el contrario, tiene que alentarlo. Si de entrenador estoy hablando, el mismo mensaje es para cada uno de los componentes de la pirámide con la que se representa la organización rugbística del club y de la Unión que los contiene.
En un reciente informe de la Página Rugby full, cuya dirección corresponde al periodista Víctor Cuello, éste señala en su editorial, serias falencias en varios aspectos de la Mesa Directiva de la Unión Cordobesa de Rugby. Una de ellas es muy seria y que tendría que ser objeto de una profunda autocrítica de dicha Mesa. Me refiero a la intención de “rapiña” que ejerció dicha administración para “parchar” la ausencia ¿inesperada? de un equipo con la que descompuso la programación del torneo con el que la UCR abrió la temporada. Lo de la “invitación” a otro club para el mencionado “parche” tiene, además, la singularidad de que la propuesta se dirigió a un Club de la Federación de Rugby Integradora de Córdoba (FRIC). Federación ésta cuya gestación correspondió al paso siguiente que dio un grupo de clubes afiliados a la UCR cuando produjo la escisión en disidencia con la conducción de la Unión madre. La cuestión no prosperó, el invitado rechazó la propuesta. Así mismo, el informe señala que la UCR no descansa, y que en los días que siguieron continuó con la tarea de tratar de atraer más clubes de dicha Federación a sus filas. Trámites que siguieron signados por el fracaso, según consigna dicha Página.
Me podría extender en varios abría que pero no es el caso. Mi propuesta única es que la UCR tenga en cuenta la conducta del buen entrenador que señalo al principio. De lo contrario aquella idea de la integración del rugby provincial sería sólo un sueño. ¿Una utopía?
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, para Tercer Tiempo
