Título paradójico ¿no? Sí, sin dudas que lo es. El rugby de Córdoba está dividido en dos: la Unión Cordobesa de Rugby (UCR) y la Federación de Rugby Integradora de Córdoba (FRIC).
Entre las dos, con infantiles incluidos, suman muchos jugadores, muchas canchas, varios clubes, algunos equipos (no son clubes) y también muchos dirigentes. Entre ellos (los dirigentes) no están de acuerdo. Buscan el poder. Ellos son débiles. La FRIC (no federada) es una escisión de la UCR (afiliada a la UAR).
Aquella quería, pero no pudo y se fue. Está no supo (¿no quiso?) contenerla y dejó que se abriera el zanjón que las separa. Sucedió hace un poco más de un año. En la suma (aproximadamente diez mil jugadores), ubican a la provincia de Córdoba en el segundo lugar, atrás de Buenos Aires. Dirigentes débiles, pero poderosos. Son los que dan las órdenes ¿o no?
En las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, sucede otro tanto. Con sólo seguir al periodismo, yo, a la distancia, verifico la disputa por el poder. Digo esto porque si en un torneo en el que intervienen tres Uniones: Rosario, Santa Fe y Entre Ríos (también a la distancia se podrá asegurar: ¡qué hermosa convergencia!) suceden cosas como las que se citan periódicamente en la prensa especializada, quiere decir que los poderosos son débiles.
¿No será que han puesto el carro delante de los caballos?
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo