Se dirá que el rugby sucede en la cancha. Sí, es así. Y que lo desarrollan los jugadores también es cierto. Con la pelota, los palos, todos juntos, son el hoy. Es un sustancioso hoy. Si bien el futuro es nada más que un pronóstico timbero, este hoy rugbístico qué feliz me hace. Que feliz soy cuando me despierto cada mañana.
El rugby que conozco es tan grande, tan robusto que no sé si no se ha comido al contexto. Claro, pará un poco Corto, sabemos que no es así, ni será así. Ojalá. Pero ojo, no será así si nunca ni siquiera pensamos que el contexto se diferencia del juego. Porque sostengo, y sugiero: todos debemos jugar al rugby desde cualquier lugar que sea en el que estemos parados.
Para que nos entendamos, los invito a que busquemos en revistas, radios, diarios, TV, webs y entonces comprobar cómo, en algunos deportes, el contexto se ha comido a la génesis. Lo preocupante es que no obstante, ese nefasto círculo rector sigue creyendo que está compuesto por dirigentes deportivos.
Entonces vuelvo al principio y sostengo, cuanta tranquilidad y cuanta felicidad nos deja este rugby de hoy. ¿Y el futuro? Nadie lo sabe.
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo