Gracias, perdón, por favor…

¿Qué tres palabras no? Por qué siendo tan lindas, diciendo tanto cada una de ellas, nos cuesta tanto aunque sea vociferarlas.

Y podríamos agregar a la lista algunas otras, muchas de ellas relacionadas, interrelacionadas o inclusivas unas de otras, según la categorización o el análisis más o menos profundo que se haga del tema. Respeto, tolerancia aunque haya discrepancia, saber oír aunque tengamos otro sentir…

Me temo que la responsable de ello se llame SOBERBIA, al menos en un gran porcentaje de los casos, sobre todo a la hora de pedir perdón, decir claramente me equivoqué, tenías razón, qué corto en el decir y cuán largo en el sentir! Por el lado del gracias y el por favor, y hasta cierto punto, se le puede atribuir a un tema de educación, sin dejar de tener relevancia el primer flagelo.

Para no soltarlas tan en los renglones y sin ningún aliño:

Muchas gracias Pumas, a todos, por dejar tanto adentro de la cancha, por largar de atrás y retomar tantos puestos (en ese otro ranking, menos técnico, de menos formula y más corazón). Por dejar tan bien parado a todo un país en un plano tan importante y característico de este juego, el de la actitud, el del esfuerzo.

Muchas gracias también a todos ustedes que nos acompañan semana tras semana y que haciendo fuerza afuera o adentro de la cancha, en cuanto partido de nuestro seleccionado nacional o provincial o de sus clubes, se hacen presentes de una manera u otra, en la mayoría de los casos, menos visible, pero de mucho desinteresado aporte, sumando así un integrante más a la gran familia del rugby, que componemos entre todos, con nuestros defectos y virtudes, egoísmos y desprendimientos.

Perdón por mis excesos, entre ellos mis paréntesis, algunas formas inapropiadas o demasiado cargadas de pasión en detrimento de la objetividad, que nunca debiéramos perder.

Perdón por mi modo, si es que alguno no le gustase y en cuyo caso tal vez me ayude a mejorarlo o redireccionarlo en beneficio de todos.

Por favor no le suelten la mano al rugby de base, pase lo que pase. Hay muchos niños ávidos, me atrevería a decir necesitados de buen rugby, el de los valores, ustedes saben grandiosos co-educadores!

Por favor no perdamos la escala de valores, la perdurable. Sí, la de los valores (nada de códigos, de quedar bien o cosas por el estilo, excusas que terminan flotando y tarde o temprano les llega su ola). La repasa cada uno, aunque sea en vos baja.

GRACIAS. MIL GRACIAS!!!

Opinión

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