Aquel jugador de fútbol, de potreros, calles, plazas y también en la cancha de algún club, desde muy joven jugó al rugby y cuando firmó el pase de un deporte a otro su intimidad no se conmovió. Los que lo vimos jugar al rugby comprobamos el maridaje.
Cacho se encargó de articularlos. También se dio tiempo para la Facu y con la simpleza de la rabona, el kick y el talento que lo invade, puso bajo el brazo el título de Ingeniero. Sí, estoy hablando de Cacho Valdez, el abuelo de Santiago Iglesias Valdez, el pibe de Universitario de Tucumán, que, calzando la camiseta del Seleccionado Mayor de la Unión Argentina de Rugby, entró unos minutos con Inglaterra y éste último sábado repitió ante Gales en Cardiff. El nieto, la prolongación merecida.
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo