Hace un rato finalizó Italia 14 – Argentina 19…
…En el mismo acto se cerró la ventana internacional en la cual se asomó el Seleccionado Mayor de la Unión Argentina de Rugby cuando, hace dos semanas enfrentó a Inglaterra en Twickenham cayendo 31 a 12. A los siete días se midió con Gales en Cardiff, con el que debió soportar otra derrota, el resultado fue 40 – 6.
Ahora se escucharán las voces. El “hay que. . .” estará en boca de los voluntariosos de verdad; en la de los cronistas-analistas; en la de los que lo saben todo; en la de algunos dirigentes y también en la de los de a pie, incluyo en esta última tanda a los que sólo saben que al rugby se juega con una pelota extraña. Muchos de estos se habían subido a la ola triunfalista del 2007, la del tercer puesto del Mundial de Francia.
Pero hay una realidad, que a la hora del inefable “hay que. . .”, entiendo que se tiene que tener en cuenta y es la que más del 95 por ciento del grupito de jugadores argentinos de ayer, el lunes próximo regresarán a sus clubes europeos para sumarse a la más competitiva disputa de los campeonatos de clubes del mundo, la de Francia. Y que ese mismo conjunto de hombres tendrá que estar a la orden de la UAR, a más tardar, en mayo del 2014. En esa época comenzará la preparación de la escuadra argentina que intervendrá en la tercera edición del Rugby Championship, torneo que con un claro perfil deportivo-comercial, disputan la Argentina, Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. Y que se desarrolla con partidos de ida y vuelta.
La disponibilidad de jugadores de alto rendimiento con la que cuenta la UAR no llega a los 70 hombres. Hay que . . .(a esto lo digo yo) preparar por lo menos 200 jugadores si es que la dirigencia deportiva-comercial de la Argentina quiere seguir en el negocio de la alta competencia en el que se ha embarcado. El jugador es el sujeto y no el objeto.
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo