El partido entre Italia y Argentina, en el final de la gira por Europa significó para Los Pumas una bocanada de aire fresco, más allá de cómo se haya jugado y del resultado positivo obtenido.
Las dudas invadieron en la previa a la formación de nuestro país anta la ausencia de muchos jugadores considerados “históricos” por su trayectoria y por su calidad bastamente promocionada.
No con esto queremos desacreditar a muchos de ellos ausentes en esta ocasión, algunos por lesión, otros por algún convenio con los clubes en que juegan en el viejo continente.
Pero es bueno hacer un repaso rápido de los ausentes:
En la primera línea el muy importante Figallo (lesión) y Creevy (lesión); en la segunda Albacete (convenio); Fernández Lobbe (lesión) en la tercera; Fernández y Bosch (acuerdo); Camacho (lesión) y Hernández (lesión). Al menos seis (6) de ellos titulares seguros en la época de Phelan, con unos pocos que ya tuvieron lugar con Hourcade (Albacete, Fernández y Bosch).
Lo bueno fue que en la parte de los delanteros se tuvo firmeza en el scrum, buen manejo de la base con Macome jugando de ocho, con la posibilidad del refresco de Matera por Farías, sin perder presión, tackle y juego. Carizza y Galarza aparecieron como más liberados, participando más del juego y firmeza en las alturas.
Cada vez se asientan y entienden más Landajo y Sánchez y no desentonó Cubelli en su ingreso. Una inédita pareja de centros se bancó casi todo el partido y tanto Azcarate como Agulla (corrido al centro), como el reemplazante Rojas dieron buenas señales en esos sectores. Imhoff siempre punzante y González Amorosino (1º tiempo) en las puntas no dieron señales de debilidad y Tuculet en el fondo y con entradas sorpresivas pero bien controladas por los tanos, fue reemplazado por Cordero al que le tocó la mas fea con el try italiano (fue try?).
Cuanto estos de los nombrados, más un Maxi Bustos monumentalmente firme, al igual que toda la primera línea (incluyendo a Lobo).
Esto fue una bocanada de aire fresco en donde muchos que lo necesitaban sumaron minutos tan indispensables en este rugby altamente competitivo. Conociendo el trabajo de Hourcade con Bergamaschi, esto no es de extrañar a la vista de lo desarrollado en otros combinados.
No fue mucho lo que hicieron Los Pumas, pero lo suficiente para ganar el partido con un try de bonita concepción y aflorando nuevamente aquello que nos distinguió en muchos años de vacas flacas y gordas. La garra Puma afloró en muchos pasajes en lo que parecía que Italia nos desbordaba y todo se encaminaba.
Para mejorar hay mucho. Entre ellos la indisciplina que nos lleva a cometer una importante cantidad de penales.
Para terminar una reflexión: para Italia participaron 5 jugadores nacidos deportivamente en Argentina. Castrogiovanni, Parisse, Canale, Agüero, Orquera. No estuvieron en este partido García, Di Bernardo, que si lo hicieron en otros encuentros de esta serie. Seguramente producto de políticas de otras épocas hay que contener a este tipo de jugadores para que estén disponibles para los combinados argentinos.
Lamentablemente la mayoría de estos jugadores solo están disponibles un poco tiempo para nuestros combinados. Los de Europa no juegan la ventana de Junio, algunos participan en no todos de los partidos de Rugby Championship; y lo mismo pasa en la ventana de Noviembre. Es difícil, pero esto no es novedad. Lo nuevo esta por la bocanada de aire fresco de Los Pumas que es muy bienvenido.
Por Manuel Arrias, especial para Tercer Tiempo