Sin dejar de darle la razón a quienes propugnan una nueva Unión de Rugby del Río Uruguay, entiendo que en estos tiempos no es tan fácil su inmediata fundación teniendo en cuenta una serie de factores y lo avanzado de la temporada 2015. Entiéndase bien, no estoy propugnando la secesión, solo analizando una realidad.

Más allá de quienes pudieran ser sus integrantes y se acoplen a la idea habrá que conversar muy bien sus estatutos, su organigrama, sus normativas, su sustento económico/financiero y su integración teniendo en cuenta que podría llegar a abarcar a clubes que están en algunos casos separados por más de 300 km de distancia.

Nadie, con los antecedentes inmediatos, deberá dejarse llevar por el arrebato ni urgencias ya que es muy delicado y tal vez sin retorno lo que se intente hacer.

Porque digo de la temporada avanzada? Porque la gran mayoría de los posibles clubes integrantes de esa futura Unión ya han fichado a sus jugadores en la Unión Entrerriana y si migran hacia la nueva entidad no podrían obtener su pase en este 2015 y en el supuesto que lo lograrán sería extremadamente costoso.

Obviamente si aspiran a integrar en lo inmediato la Unión Argentina de Rugby. También deben saber que en este caso hay plazos y requisitos que cumplir a los cuales deberán adaptarse.

Comprendo la desazón de dirigentes, entrenadores y jugadores del Club Universitario de Concepción del Uruguay, entiendo su bronca con la discriminación sufrida por parte de las Uniones (URR, USR, UER) integrantes del Torneo Regional del Litoral, pero debe obrarse con cabeza fría y corazón caliente en la búsqueda de la mejor solución.

No es nada fácil, yo diría muy difícil.

(POR MANUEL ARRÍAS)