Para que una organización (deportiva o de otro tipo) pueda implementar una filosofía de trabajo – la verdad y los principios morales – basada en su misión, visión y valores, se necesita un poco de tiempo.
Es importante para la adaptación de un empleado y el establecimiento de una rutina, ya que es uno de los factores responsables del armado de un equipo. Es la representación de la cultura de una institución.
En muchos casos, la aplicación de una filosofía de trabajo va acompañada de un folleto con los derechos y deberes del empleado. Puede que no lo parezca, pero esto hace toda la diferencia. Instituciones centenarias, o más recientes, pero sólidas, tienen como base una cultura que se ve en un primer momento y se desarrolla con el tiempo.
Hay varios ejemplos en el deporte de atletas profesionales que son fichados por un club o convocados para su selección nacional, que buscan estudiar la institución adonde van, conocer su historia, su misión y sus valores con el fin de adaptarse mejor a la filosofía de la institución y contribuir al grupo ¡Y eso es muy noble!
Dentro del deporte, transmitir estos conceptos a los colaboradores de la institución a las canteras y todas las comisiones técnicas, es muy importante. Ellos son la esencia de la organización deportiva.
Reconozco que este es uno de los puntos más importantes para el crecimiento del deporte de participación y rendimiento en Sudamérica.
La Unión de Rugby de Nueva Zelanda (NZRU) es líder en esto. Quien es convocado a los All Blacks por primera vez o reclutado para trabajar en la sede de la federación, pasará por un periodo de entrenamiento para saber dónde va a trabajar (o jugar), para quién (y con quién) y quien en la historia ayudó a hacer y crecer la institución. Todo eso apoyado por el establecimiento de una Misión, la Visión y los Valores.
Los neozelandeses comenzaron a poner esto en práctica con mayor fuerza a partir del 2004.
Con una rica historia, aprendiendo de los dolorosos reveses, y con el trabajo en el tiempo han creado un equipo ganador y en general con todos siendo protagonistas. Queda claro entonces que la institución, del equipo y de la unión, están en primer lugar.
En los deportes debemos trabajar para que los proyectos dan lugar a resultados, y no los resultados generen proyectos.
(Por Virgilio Neto – Sudamérica Rugby)