Todo lo que vivió desde hace dos décadas aquel joven de tan solo 20 años que llegó a Buenos Aires proveniente de Santiago del Estero, seguramente hubiera sido inimaginable para él y su entorno.
Ese humilde tercera línea que arribó desde el Santiago Lawn Tennis al San Isidro Club, con la ilusión de poder cumplir su sueño de representar a Los Pumas, se terminó metiendo en la historia grande del rugby argentino luego de atravesar momentos épicos.
A los 36 años, con 15 temporadas en el seleccionado nacional y 87 caps en su haber y todas las ediciones del Rugby Championship y Súper Rugby, Juan Manuel Leguizamón se convirtió en uno de los jugadores más significativos, queridos y emblemáticos de nuestro país. Además, logró acceder al selecto grupo de quienes disputaron cuatro mundiales junto a Agustín Pichot, Felipe Contepomi, Pedro Sporleder, Mario Ledesma y Martín Scelzo, ubicándose a su vez, como el segundo jugador como mayor cantidad de presencias con la albiceleste, junto a Contepomi y detrás de Agustín Creevy.
Difícil de olvidar será el choque que tuvo en el Millenium de Cardiff ante los British & Irish Liones en el empate en 2005 o su participación en la gesta de bronce de Los Pumas en Francia 2007, entre tantas otras notables performances que tuvo.
El ahora ex forward del representativo argentino, dio cuenta de sus sensaciones, emociones y sentimientos.
-¿Qué sensaciones podés manifestar al ser un ex jugador de Los Pumas?
-Es muy difícil describir esto en palabras. Los últimos días que pasé con el plantel fueron increíbles en razón de las sensaciones, las emociones e incluso hasta por la frustración para el equipo por haber quedado eliminado en primera fase. Eso fue durísimo porque habíamos preparado mucho este mundial. Fue una decepción y una frustración volvernos en primera ronda cuando nuestro plan era tener una gran fase de grupos y avanzar. No obstante, todo esto nos valdrá como aprendizaje y la mejor manera de aprender es haciendo una fuerte autocrítica en saber qué hicimos bien y qué mal, pero no tengo dudas de algo y es que esté plantel seguirá creciendo y progresando.
Estos cuatro años que se vienen serán muy productivos y vamos a lograr tener un gran Mundial en Francia 2023.
-Considerando tu experiencia, ¿qué se hizo bien y qué mal en este Mundial?
-Creo que hicimos muchas cosas bien pero los partidos duran ochenta minutos y en los encuentros claves tuvimos muchas lagunas en nuestro rendimiento. Tuvimos momentos difíciles, por ejemplo ante Francia en el primer tiempo, frente a Tonga en el segundo y contra Inglaterra jugamos con 14. Ahora será todo preparación. Se viene un gran proceso que habrá que disfrutar y aprovechar para quien le toque hacerlo porque ponerse esta camiseta es lo mejor que puede haber.
-Después de tanto tiempo, ¿qué imágenes con la camiseta argentina se vienen a tu mente?
-Las postales son innumerables. Se me vienen a la mente los cuatro mundiales, que disfruté al máximo cada uno desde el lugar en el que me tocó hacerlo. Fueron 15 años de vivir el sueño de chico y de todo jugador. Pero la vida es así y llega el momento en que hay que soltar y seguir adelante. Ahora que dejé de jugar con Los Pumas y si bien en cómo me recuerden no es algo en lo que piense, puedo decir que me gustaría que lo hagan como un jugador de equipo, un compañero.
– De los cuatro mundiales, ¿con qué momento te quedás?
-Todo lo que se vive en un Mundial es muy fuerte y son muchas las cosas que te marcan a pleno. Cada torneo va desde el mes al mes y medio al menos, más la preparación y demás. Se generan muchos vínculos y lazos fuertes que por ahí el común de la gente desconoce. Es muy difícil acordarse de algo puntual. Disfruté cada uno de los cuatro mundiales a pleno y no me importa el resultado logrado, sino lo disfrutado, porque todo lo que vivimos aplican además para la vida. Creo que así hay que tomarlo y por eso digo que cada uno me dejó muchísimo.
-¿Qué vas a hacer en el futuro?
-Todavía no lo tengo bien definido, aunque si quiero seguir jugando profesionalmente un poquito más. Siento que tengo muchas ganas y que estoy bien, así que quiero seguir para sacarme las ganas. Esta temporada que pasó con Jaguares no la viví como si fuera la última, entonces eso me permite decir que quiero tener una última temporada al mil por ciento.
Me encantaría seguir en Jaguares, porque ha sido donde estuve además los últimos cuatro años. Ese período realmente lo disfruté al máximo. Es impagable eso de vivir el día a día con amigos y en tu país. De todas maneras, todavía no hay nada concreto. Veremos qué pasa. Si es en Jaguares será ahí y sino, evaluaremos. Es cierto que a mi edad las ofertas también pueden llegar a ser escasas, pero tampoco cierro puertas.
-¿Continuar en Santiago Lawn Tennis no está dentro de las posibilidades?
-Si bien sería algo que me encantaría, hoy en día no entraría en la ecuación porque ya estoy radicado en Buenos Aires junto a mi familia, así que sería muy difícil.
Uno siente el cariño y el apoyo sincero de la gente y los compañeros y eso es algo que tiene un valor muy profundo. Todo lo que me dijeron queda para mí, para mis recuerdos y añoranzas. Con Mario (Ledesma) y con Corcho (Fernández Lobbe) compartimos muchísimos momentos, desde incluso hace más de 15 años. Juan Hernández también me dejó una carta en el vestuario, con palabras muy emotivas y palabras espectaculares. Estoy últimos días hablamos mucho de emociones y cosas muy profundas. Además, ver a mi mujer, mis hijos, mi viejo y mi hermano acá tan lejos es algo muy fuerte.