El movimiento en el gimnasio del Club Tilcara es continuo, al igual que la rotación de asistentes que se entrenan bajo estrictos protocolos sanitarios para evitar la propagación del Covid-19.
El espacio exclusivo para el desarrollo de la actividad física que funciona en el predio Ramón Brandolín, ubicado en la intersección de las calles Zapata y Huergo de Paraná, mantiene un ritmo incesante.
“Trabajamos rutinas que por lo general variamos de tres a seis semanas y se diferencian siempre si el o la asistente es infantil, juvenil o corresponde al plantel superior”, indicó el profesor Federico Comas Cancio, coordinador del área.
“Las actividades previstas para quienes sean de categorías juveniles y mayores suelen asemejarse, pero siempre dependerán después de cada físico”, añadió.
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En cuanto a los objetivos individuales en la preparación física, Comas Cancio sostuvo: “Todos nuestros jugadores de rugby y jugadoras de hockey se preparan en el gimnasio para afrontar la temporada de la mejor manera. Todos le dan una importancia vital no solo al gimnasio, sino también al aspecto nutricional y al entrenamiento aeróbico fuera del gimnasio. Esas son cuestiones casi invisibles pero que hacen en gran forma a la esencia del desarrollo físico personal”.
“Sin lugar a dudas que la actividad física trae innumerables beneficios. Y, desde lo deportivo, en esta época todos están ansiosos por volver a jugar, teniendo en cuenta lo prolongado que fue el receso obligado del año pasado”, manifestó.
(Prensa Club Tilcara)