El partido que tuvo como vencedor a Jaguares XV por 77 a 13 ante Olimpia Lions tuvo también dos caras: un primer tiempo muy parejo y una segunda etapa totalmente favorable al equipo argentino, en la que fue lapidario y anotó ocho tries.
En la previa, pocos vieron venir ese gran primer tiempo. Fue una gran primera etapa de ambos equipos. Jaguares intentó quebrar la férrea y decidida defensa de Olimpia Lions en los primeros diez minutos pero no pudo. Luego, Olimpia Lions con muchísimas ganas, dureza, fuerza y dignidad se fue acomodando en el partido para dominar las acciones durantes los siguientes veinte minutos.
Un dominio genuino, bien armado, sólido en el contacto -como hasta acá en el certamen- y con muy buenas intenciones, acorraló a Jaguares y lo obligó a jugar bajo una profunda incomodidad.
Claro… no pudo cristalizar todo ese dominio en puntos por detalles. Y los detalles son cruciales. Así como Olimpia Lions no pudo cristalizar dos lines y un penal al touch, Jaguares XV sacó puntos de sendas corridas porque, cuando hubo un espacio para explotar, el equipo argentino lo hizo a toda velocidad y de ahí, los tres tries de esa etapa.
El 21 a 13 del entretiempo fue un tanto injusto. Olimpia Lions hubiera merecido mejor suerte y vaya si trabajó para conseguirla. Jaguares XV, en cambio, fue letal en las que tuvo a su favor con campo abierto. Generar, le costó.
En el segundo tiempo, las cosas cambiaron radicalmente. La lesiónes, los cambios y la expulsión obligaron a jugar a Olimpia con catorce jugadores durante casi todo el segundo tiempo y allí fue entonces que Jaguares XV no perdonó.
Con espacios y un hombre de más, Tomás Albornoz y sus backs encontraron huecos al por mayor en una desgastada defensa de Olimpia Lions a la que las infracciones le pasaron factura también.
Finalmente, ya sin tener que batallar ante los duros forwards paraguayos, Jaguares XV hizo por afuera lo que no pudo hacer en la primera etapa por demolición. Liquidar el pleito de manera muy temprana.
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(Fuente: SLAR / Foto: Gaspa Fotos – SLAR)