«Los hermanos sean unidos porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera…», reza en uno de sus pasajes la obra literaria argentina por excelencia, el Martín Fierro, de José Hernández. Y vaya si sabrán de “unión verdadera” las hermanas gemelas Valentina y Camila Novello, si transitaron paso a paso, día a día, toda su vida juntas. Hoy, a sus 27 años y desde hace ya algunas temporadas las dos comparten una pasión notable -según ellas indescriptible- por el rugby.
Una a otra fueron acompañándose y motivándose con el correr de los años. Primeramente durante su etapa escolar, después con sus ciclos deportivos. Más tarde en su era universitaria, en la que se recibieron de profesoras de Educación Física. Y finalmente, ese mismo empuje mutuo, las encontró en la disciplina de la ovalada a través del Club Central Entrerriano.
Hoy, además de disfrutar del deporte y representar a ‘Las Gallitas’, como se autodenomina el plantel superior femenino del CCE, las dos juegan para Entre Ríos y protagonizaron días atrás su primer Seven de la República.
“Lo que estamos viviendo es algo increíble. Nunca pensamos que el rugby nos daría tanto. Hoy en día, de hecho, no imaginamos nuestra vida sin el rugby”, coincidieron, en declaraciones a MIRADOR ENTRE RÍOS.
-Camila, ¿cómo fueron sus inicios en el rugby?
-En 2017 nos recibimos de profesoras de Educación Física y al poquito tiempo, mi hermana comenzó a trabajar con el rugby infantil de Central Entrerriano. Entre una cosa y otra, le propusieron empezar con el rugby femenino en el club. Así fue que arrancó todo. Se empezaron a sumar chicas al equipo y una de ellas, empujada en el buen sentido por Valentina, fui yo. Y la verdad, que siempre se lo digo, le estoy más que agradecida por haberme invitado a incursionar en este deporte. Desde aquel entonces me enamoré del rugby por completo. Yo venía del lado del vóley y hasta hace un tiempo alternaba entre un deporte y otro… hoy, si bien sigo con el vóley también, no tengo el compromiso que tengo con el rugby.
-Valentina, ¿cómo viviste la transición que te llevó desde dar tus primeros pasos en el deporte hasta ser hoy la capitana del seleccionado entrerriano?
-La verdad que fue todo muy loco. En el medio hubo de todo. Me acuerdo de aquellos primeros entrenamientos de la mano de José Guidoni. No teníamos horarios fijos, íbamos rotando. Todas teníamos muy poca idea. Pero le pusimos siempre muchas granas.
Después pasó Nahuel Jara como entrenador y seguimos avanzando. Como en todo grupo hubo muchas idas y vueltas por parte de muchas chicas. Algunas se sumaron, otras dejaron. En 2017 empezamos unas 25 chicas y después quedamos 10. Y este año fue increíble, ya que somos más de 30 jugadoras, así que estamos muy contentas.
-¿Qué se siente compartir la cancha con tu hermana gemela?
-Camila: Me encanta jugar con ella y siempre se lo digo. Gracias a ella estoy en esto. Con Valen, no nos separamos nunca e hicimos absolutamente toda la vida juntas: jardín, la primera, secundaria, facultad y hoy, el rugby. Y como si todo eso fuera poco, tenemos la chance de jugar juntas en el seleccionado provincial. Algo sin dudas inigualable. Estoy muy orgullosa de mi hermana. Me llena de alegría además que sea la capitana del equipo.
Por otro lado, la verdad que en nuestra familia nos acompañan en todo. Nuestra hermana Liliana va a todos lados con nuestro equipo. Lo mismo nuestro papá. Nuestra mamá falleció cuando empezamos a estudiar Educación Física, en 2013. Y hace un mes murió de un ataque al corazón quien era nuestra hermana mayor, que tenía 43 años. Más allá de esos duros golpes, la unión que sentimos nos ha dado la fuerza para seguir.
Valentina: Jugar con una hermana es algo diferente a todo. Si bien en el rugby, ya son hermanas quienes comparten de alguna manera el equipo con una, hacerlo con una hermana de sangre, en mi caso con Cami, mi gemela, es algo increíble. Basta con mirarla para saber qué va a hacer o qué puedo hacer yo. Todas las jugadas son distintas sabiendo que ella está al lado. Sin mucha vuelta, es una confianza ciega la que siento por mi hermana al entrar a la cancha. También, para corregir y dada esa confianza, somos dentro de la cancha de reprocharnos muchas cosas y de corregirnos. Eso es de hecho, algo para mejorar.
ANTONELLA REDING, MOTOR DE INSPIRACIÓN
Así como la gran mayoría de los deportistas, existen los referentes. Y las hermanas Novello cuenta con una referente de estos lares: la villaguayense Antonella Reding.
La mejor entrerriana en la historia del rugby femenino es fuente de inspiración para las gualeguaychuenses, según lo afirmaron. “La observo mucho a Anto. Su manera de entrenar, su humildad, sus relatos y experiencia, me motiva mucho. Esta es incluso la primera vez que comparto cancha con ella y es un gran orgullo para mí”, afirmó Valentina.
A su turno, Camila dijo: “Siempre miro cómo entrena Anto Reding. Una grosa realmente. Asimismo veo cómo entrenan los chicos de acá de Central. A veces entrenamos técnicas con ellos y demás. No tengo a alguien puntual, sino que voy viendo en general para buscar aprender lo más que pueda siempre”.