A propósito del artículo publicado por Tercer Tiempo, titulado «A una década de un hito que marcó un punto de inflexión en el Seven de la UER«, el DT de aquel entonces y referente del rugby entrerriano, Marcelo Faggi, dio cuenta de su opinión y un oportuno análisis.
El ex medio scrum paranaense, se explayó al respecto:
Imposible olvidar aquel subcampeonato que alcanzamos en el Seven de la República 2012. Haber llegado hasta ese lugar fue una consecuencia de dos temporadas intensas, de mucho trabajo donde buscamos darle forma a un plantel con mística, con amor por la camiseta de Entre Ríos y cariño hacia el torneo.
Queríamos generar un cambio grande, ya que todo el mundo que llegaba a Paraná elogiaba a la Unión Entrerriana de Rugby (UER) por la organización del Seven de la República, por lo bien que la pasaban y demás, pero la foto final generalmente y los mayores protagonistas en el juego eran siempre los mismos, como Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Rafaela, Rosario… Entonces, con la idea de tratar de desterrar eso y estar, como anfitriones a la altura de la circunstancia, empezamos en 2010 con el proceso de gestar un plantel distinto. Iniciamos esta etapa en el staff junto a Ricardo Annichini, en 2010. En 2011, no nos fue bien en el Seven y hasta estuvimos cerca de tirar la toalla, pero no lo hicimos. Seguimos. Perseveramos y viajamos a todos los torneos que podíamos (Mar del Plata, Tucumán, Corrientes, Rosario, Punta del Este, Tandil, etc.) con el fin de tener competencia, afianzar el conjunto y ajustar los detalles necesarios para hacer un buen papel en vistas al 2012. Creo que por ahí pasó la clave. De hecho, nos fuimos a Italia, en la primera gira internacional de un seleccionado de la UER.
Al 29° Seven de la República, llegamos de la mejor manera. Teníamos un equipo tremendo. Y a ese gran plantel existente, lo pudimos sumar a Javier Ortega Desio, quien integraba Los Pumas 7’s, ya había debutado en Los Pumas y estaba en un momento muy destacado también en el SIC. Nos faltó Martín Chiappesoni, quien no llegó a estar con nosotros por lesión.
En ese Seven fuimos paso a paso. Le ganamos a Córdoba, Oeste, Chile, Santa Fe, Salta… Lamentablemente nos faltó muy poco para el título. Fue una pena haber perdido aquella final, pero fue un partido muy duro ante Buenos Aires, el más ganador, que sacó su chapa y nos terminó venciendo bien.
Pero lo más importante de todo, fue el trasfondo y lo que generamos interna y externamente, pensando en el presente y en el futuro. Creo que elevamos la vara.
Fueron cinco años consecutivos a partir de los cuales llegamos al menos hasta las semifinales. Jugadores y staff, que se integrado también por Emanuel Uranga y José Raiteri, junto con Ricardo Ábalos como Manager, alcanzamos una mancomunión increíble.
Básicamente construimos un plantel impresionante, de destacados jugadores, con apego hacia el juego y un sistema sólido. Llegamos a un nivel de excelencia en donde todo empezó a raíz del gran grupo humano que pudimos construir. Imposible olvidar aquella temporada.