Ambos son camada 2000. Se trata de Guido Chesini y Juan Manuel Moyano. Uno, oriundo de Concordia. El otro, de San Jaime de la Frontera.
Los dos fueron adversarios durante su etapa infanto-juvenil, cada vez que se medían Salto Grande y San Martín.
Hoy, el rugby los encuentra desde otro lado y en otro lugar.
Chesini, centro de considerables características, ya con varias temporadas y títulos en su haber de la mano de Duendes y el seleccionado rosarino de Seven; con experiencia incluso en concentraciones junto a Los Pumas 7’s y representado al país con el combinado argentino de Playa.
Mientras que Moyano, después de haber jugado en la Primera División de su club y los seleccionados juveniles entrerrianos, por razones de estudio se radicó en Paraná, donde comenzó a despuntar el vicio del rugby mediante el arbitraje. Y se convirtió, en poco tiempo, en uno de los mejores del Litoral, aún con mucho camino por recorrer.
El sábado que pasó, la vida los volvió a encontrar. En este caso en Rosario, cuando Duendes se medió con Universitario (R), bajo el referato del entrerriano.
… Y eso es lo lindo del rugby. El tiempo pasa, pero las amistades perduran.