En diálogo con Tercer Tiempo, el capitán del Paraná Rowing Club, Lisandro Mayr, expresó sus sensaciones tras conseguir el ascenso a la Zona Campeonato del Torneo Regional del Litoral. “Hemos trabajado muchísimo todo el año para lo que logramos”, dijo el centro. Gabriel Baldi, Tercer Tiempo
El sábado último seguramente será un día muy especial en la historia del rugby Remero, producto de haber logrado ese 25 de agosto de 2012, su segundo ascenso a la elite del Torneo Regional del Litoral.
Respecto a ello, Lisandro Mayr, capitán Albiceleste expresó sus sensaciones y dijo: “Sinceramente me siento muy feliz porque hemos trabajado muchísimo todo el año para lo que logramos. Entrenamos duro, desde lo táctico y lo físico, analizamos videos minuciosamente de cada partido, entre otras cosas. Todo el esfuerzo que hemos hecho se ve materializado con el ascenso. Todo lo que dimos arrojó sus frutos. Creo que obtuvimos este pasaporte a Zona Campeonato de manera muy merecida, ya que no solo vencimos a equipos de Segunda División sino también que jugando ante conjuntos de nivel superior pudimos ubicarnos entre los mejores.”
– En el 2005 viviste el primer ascenso de Rowing con Nogués como DT. ¿En qué diferencias ese campeonato a éste?
– A los dos torneos los vivo de una manera distinta. En el ascenso que conseguimos con Chicho (Alejandro Nogués) estaba desde lo personal mucho más abocado al rugby en general, teniendo en cuenta que era más joven y quizás no tenía las responsabilidades que tengo ahora. Además, en aquel momento el club pasaba por una situación distinta, ya que no había el recambio constante que hay ahora. En la actualidad, veo que están más organizadas las divisiones infantiles y juveniles, por lo que el recambio estará garantizado y eso será clave a futuro para poder permanecer en la Zona Campeonato, un nivel muy duro que desgasta mucho a todos los jugadores, por lo cual siempre hay lesiones y deserciones.
– ¿Qué sentís al integrar un plantel con jugadores que años atrás dirigiste en divisiones juveniles?
– Algo que me motivó a regresar este año fue precisamente eso, de saber que jugaría con chicos que años atrás había entrenado, como Juan Pablo Modenutti, Hernán Ravasio, Matías Difiori. Otra cosa que habla a las claras de la juventud de nuestro plantel, es por ejemplo que al centro de la cancha lo integro con un chico de 18 años, como es Franco Oliva. Eso habla de un equipo que en promedio de edad es muy joven y solo somos dos o tres jugadores que rompemos con esa línea. Para mí es un desafío poder capitanear un plantel así, es algo muy lindo.”