La llegada de un aniversario suele prestarse como un momento oportuno de reflexión o balance. Aunque no hay tiempo para frenar, siempre resulta válido aminorar la marcha para analizar el camino recorrido y proyectarse hacia nuevos rumbos. Las instituciones deportivas no están exentas a pasar una suerte de introspección con el afán de mirar dentro de sí y hacer una evaluación del tránsito atravesado.
Carpinchos Rugby Club de Gualeguaychú, celebró el pasado viernes 7, su cuadragésimo aniversario. Y, a propósito de la fecha especial para la entidad situada en el corazón de Parque Unzué, su presidente Mauricio Lischinsky y uno de sus referentes históricos, como es Fabián Otarán, dieron cuenta de sus sensaciones en diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS. En cada caso, manifestaron su sentido de pertenencia hacia el ‘Tricolor’ y se explayaron sobre la consideración de una institución pionera en el sur entrerriano.
UN ANTES Y UN DESPUÉS
Desde el 7 de julio 1983, la expansión del rugby tuvo en Gualeguaychú un carácter formal. Sin embargo, antes había distintos grupos que practicaban.
“En mi caso, conocí Carpinchos en 1978. Tenía 14 años y en el Club Juventud Unida, un profesor, Quique Bazán, estaba dando rugby en la cancha de fútbol. A la gente del fútbol no le gustaba que practicáramos en su cancha. No obstante, el presidente en aquel entonces, Di Lorenzo, asumió el compromiso de que nosotros podamos jugar ahí. Ese proyecto cayó a los pocos años pero el rugby se trasladó a los colegios de la mano del profesor Nikodem, que lo llevó a donde él daba clases”, contó Otarán, quien en los años ’80 tuvo un impasse en su ciudad de origen, dado que se fue a estudiar abogacía a Buenos Aires y luego a Santa Fe. Su derrotero, hasta regresar a Entre Ríos, continuó en Los Matreros y Liceo de Santa Fe.
“Antes de la fundación de lo que hoy se conoce como Carpinchos Rugby Club, existía, desde la década del ‘60, un equipo con el mismo nombre”, remarcó y agregó: “En 1982 el equipo tomó forma y al proyecto se le dio un carácter formal, por lo que, al año siguiente, fue firmada el acta fundacional. José Taffarel también creó la camiseta, inspirada creo yo en los colores de los Waikato Chiefs de Nueva Zelanda”.
“Mediante gestiones políticas obtuvimos el predio actual y poco a poco fuimos logrando distintos objetivos. Mucha gente nos dio una mano en toda esta historia. No quiero hilar tan fino porque fueron muchos, pero tampoco puedo dejar de nombrarlo al paranaense Alberto Nin, quien en una oportunidad que necesitábamos juntar plata, hasta empeñó su anillo de casamiento para ayudaros en la recaudación”, indicó Otarán.
Primeramente, Carpinchos, junto a clubes extintos como Barbarie y Tacuara de Concepción del Uruguay, fundaron la Unión de Rugby del Río Uruguay (URRU), que incluía equipos como Trébol de Paysandú. Esa entidad desapareció a inicios de los ’90 y hoy, Carpinchos RC es miembro pleno de la Unión Entrerriana de Rugby.
EL REFERENTE
Entre otros, uno de los indiscutidos emblemas de Carpinchos RC y embajadores del deporte gualeguaychuense es Juan Alberto Faiad, jugador hipoacúsico que practica rugby hace 25 años.
El back que pasara además por el representativo entrerriano Desarrollo, con actualidad en el seleccionado argentino de Sordos, fue en 2018 distinguido con el premio Jorge Newbery, entregado por la Subsecretaría de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires. La mención llegó a raíz de su incansable labor con el combinado nacional que integra hace varias temporadas, entre las cuales llegó incluso a ser capitán.
CON PROYECCIÓN
El neuquino Mauricio Lischinsky llegó a Gualeguaychú hace 13 años. Desde hace dos mandatos, es el presidente de Carpinchos RC, entidad que además de rugby cuenta con hockey sobre césped femenino y arquería.
“En este último tiempo el club ha crecido muchísimo. Dejó de ser un club chico. Esto, haciendo referencia a la infraestructura, además de la organización. Hoy día el club promedia los 300 socios activos. Y pese al golpe que nos causó la pandemia, como a tantos otros, nunca bajamos los brazos. Carpinchos es solidaridad, inclusión y amistad. En nuestro club, todos tienen su lugar”, dijo el directivo.
“Con la coordinación de Gisela Crespo el hockey y de Darío Valli, el tiro con arco -impulsado desde hace dos años-, las dos disciplinas se han desarrollado muchísimo”, sostuvo.
Por último, en cuanto a las proyecciones, Lischinsky declaró que las prioridades pasarán por fortalecer el rugby infantil y juvenil. Asimismo, otro objetivo será apuntalar lo que se viene haciendo bien. Claro, con todo el trabajo que conlleva, como el rugby de mayores, el hockey, el tiro con arco y las tareas institucionales.
Con el mismo empuje que en sus inicios, Carpinchos RC aspira a seguir adelante, por mucho tiempo más.