Luciano Waisprot y Alan Sánchez nacieron en San Jaime de la Frontera hace 26 y 18 años, respectivamente. Hermanos por parte de madre, menores que Joaquín, quien está radicado en Córdoba, supieron hacerse notar en el rugby a través del impulso que tuvieron desde sus orígenes con el Club General San Martín.
En el caso de Luciano, su trayectoria deportiva lo llevó también a Brasil, al seleccionado entrerriano del Desarrollo y al Seven provincial. En el caso de Alan, su recorrido fue más estrecho en razón de su edad, aunque no menos trascendente, al lucir la casaca de los representativos juveniles de la UER.
Waisprot hace dos años y Sánchez, pocos meses atrás, migraron desde el norte de Entre Ríos hacia tierras esperancinas en pos de llevar adelante una vida que les ofrezca un cambio de aire, con trabajo, estudio y mucho rugby.
El anhelo de los dos era encontrarse dentro del campo de juego y a través de la concreción de los propósitos que se trazaron, ambos pudieron materializar su sueño en Alma Juniors de Esperanza, elenco dirigido por el paranaense Juan Gabriel Mistura.
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, los sanjaimenses -muy queridos en el ámbito del deporte provincial- expresaron sus sensaciones respecto a este nuevo camino que atraviesan juntos, haciendo sus deseos realidad.
-Teniendo en cuenta tu juventud Alan, ¿cómo fue haber debutado en la Primera de Alma Juniors? ¿Cómo ha sido tu adaptación al plantel?
-Fue una sensación muy linda, tenía mucha emoción. No me esperaba para nada debutar tan pronto en Primera. Pero bueno, se dio la oportunidad y dejamos todo como en cada partido. Tenía muchos nervios en el vestuario hasta que pise la cancha. Trataba de no pensar y disfrutar el momento al máximo.
Por otra parte, me adapte rápido al plantel, por qué ya conocía a varios chicos del club y a chicos que jugábamos en contra en el Desarrollo. Se hizo todo mucho más fácil.
La idea del entrenador es que vaya mejorando más en la toma de decisiones y en las carreras de ataque, pero sobre todo en la parte estratégica. Me siento cómodo jugando de apertura, aunque estoy a disposición del puesto que me necesiten.
-Días atrás, pudieron jugar juntos por primera vez. ¿Qué sintieron al respecto?
-Luciano: La verdad que muy feliz de poder jugar juntos. Si bien ya hubo oportunidades en las cuales jugamos en los Sevens internos y demás, nunca antes habíamos podido jugar por ejemplo en la Primera de San Martín. Y bueno, tuvimos la oportunidad de poder hacerlo acá en Esperanza. Ojalá podamos empezar a sumar muchos más partidos los dos.
-Alan: Es un sueño hecho realidad. Desde chico le decía que algún día íbamos a jugar juntos y por suerte ese día llegó. Es algo hermoso estar defendiendo los mismos colores con él. Nos entendemos mucho.
-Luciano, dada tu experiencia, ¿cómo lo ves deportivamente a Alan?
-Lo veo muy bien, más allá de que hoy día no está al cien por ciento como debería, por motivos de salud. Está con muchos en la vista en La Plata. Tiene que viajar con bastante frecuencia y eso es lo que a veces hace que se le dificulte volver a su nivel. Es muy joven y tiene destrezas destacadas.
-¿Cómo es su vida en Esperanza en relación a la que rutina llevaban juntos en San Jaime?
-Luciano: Llevamos prácticamente la misma vida que tenía en San Jaime. Entrenamos, vamos juntos al gimnasio… Ahora talvez estamos más unidos quizás que en San Jaime, donde cada uno considerando su edad, tenía distintas juntas. Acá trato de integrarlo al grupo de amigos que yo ya formé, pero la vida sigue siendo igual.
-¿Cuáles son sus objetivos para esta temporada? ¿Se imaginan jugando juntos en el seleccionado entrerriano de Seven?
-Luciano: Mi objetivo es tratar de estar siempre al nivel que los entrenadores quieren o espera que esté, cosa que es difícil al estar lejos de la comodidad que uno puede tener estando en casa y teniendo todo relativamente más cómodo. Las lesiones no me han jugado una buena pasada tampoco. Igualmente, sé que todo esfuerzo tiene su recompensa. Nada imposible. El esfuerzo a la larga siempre paga así que buscaré meterle hacia adelante. Sería muy lindo poder jugar y estar en un seleccionado junto a mi hermano. Sería soñado, pero para eso hay que laburar duro y ser constante en todo lo que se pueda. Ojalá esa oportunidad llegue algún día.
-Alan: Mis objetivos pasan por seguir disfrutando y seguir sumando experiencia. A nivel colectivo las metas de este año son terminar entre los cuatro primeros y no estar peleando el descenso. Asimismo, será clave formar un buen grupo humano. Y sin lugar a dudas, sería un sueño estar en el seleccionado y poder compartirlo con Luciano.