El conflicto que divide al rugby cordobés no es simple, es grave en cuanto a que…,
… en la disputa planteada se ha lesionado al conjunto de jugadores que son junto con la pelota y los palos, los que explican la existencia de este deporte. A esto no lo digo yo, lo dijeron, y establecieron, los fundadores de este deporte (Inglaterra año 1823), premisa que, les guste o no a las dirigencias cordobesas, la sostienen hasta estas horas. Es así porque las cúpulas de uno y otro sector del rugby cordobés, con la pantalla de que sí, están atendiendo al jugador, por sobre todo y sin abandonar el balcón desde donde miran los acontecimientos, dichas dirigencias van por más protagonismo en cada paso que dan, esto sin importarles que así se alejan cada vez más de los campos de juego. El último ejemplo fue la negativa de la Unión Cordobesa de Rugby (UCR) a conceder la autorización a un club afiliado a que sus divisiones infantiles jueguen al rugby con un club de la Federación Integradora de Rugby de Córdoba (FRIC). Para ello, paradójicamente, se contó con la complicidad de la FRIC de reciente formación. Es así porque la FRIC no está federada al deporte rugby por lo que no puede enfrentar a clubes que sí lo están, como es el caso de la UCR. El seguro de estos (UCR) no atendería ningún accidente de sus jugadores que se haya producido en algún partido en el que se hayan enfrentado con escuadras de la FRIC. Entonces ni la FRIC ni la UCR tomaron los recaudos para que eso no se produzca. En este caso Urú Curé (UCR) pidió autorización y le fue denegada. Pero antes La Tablada (UCR) había jugado con Los trenes (FRIC) y otra vez Córdoba Senior había jugado con un equipo de Venezuela que si bien éste no estaba federado, los senior tampoco. Y hubo un partido, con serios inconvenientes en este sentido, que fue dirigido por Mancuso (UCR). Por lo que se deduce que tampoco la UCR difundió entre sus clubes afiliados la directiva de la prohibición que se señala. Entonces por la falta de una comunicación coherente y oportuna de la FRIC ni de la UCR, dejaron sin jugar al rugby a un grupo de jugadores de rugby. Recordemos -una vez más- que éstos son los que generan el oxígeno y el combustible para que funcionen ambas -todas las- instituciones.
En dicho balcón, cuya dimensión hoy no es conocida, hay más lugares. Y son ocupados progresivamente por otras dirigencias que esperan el último acto del singular espectáculo. Qué será, seguramente, el triunfo de la dirigencia. No importa cuál dirigencia porque, hasta hoy buena parte de ella está apoltronada en el balcón sin difundir las ordenanzas reglamentarias de manera conveniente.
Ése, el balcón fue el lugar, por ejemplo, desde donde observaron que hace pocos días, en Córdoba, un grupo de jugadores infantiles de rugby no jugaron al rugby.
Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo