De las crisis surgen las mejores oportunidades. Frase trillada si las hay. Fundamentalmente en este 2020 en el que la pandemia de coronavirus aquejó a la humanidad y la búsqueda de inspiración resultó una constante.
El Covid-19 afectó sin distinción al mundo entero. Aunque, en determinados lugares impactó más fuerte que en otros. Sin embargo, en este caso la idea no es analizar la situación epidemiológica del planeta, sino contextualizar el marco en el que tuvo lugar la victoria de Los Pumas. Posiblemente, en una situación adversa como tal, fue el mayor batacazo en la historia del deporte argentino.
No creo que resulte necesario enfatizar en el poderío de los All Blacks, cuyo mote es sinónimo de rugby.
En Nueva Zelanda los jugadores nunca dejaron de entrenarse al máximo nivel, en conjunto y con las herramientas acordes a las circunstancias de elite. Mientras que Jaguares quedaba fuera de toda competencia, en Oceanía gestaban su propio Súper Rugby, que terminaron disputando a cancha llena.
En Argentina la historia fue distinta. La franquicia fue desmembrándose y la columna vertebral del equipo migró hacia Europa. En otras palabras, la base de Los Pumas se desintegró. Una parte del plantel partió hacia Francia e Inglaterra y la otra, quedó en el país entrenándose como pudo. Algunos lo hicieron en sus departamentos, corriendo por el living de sus casas, saltando en los balcones o dando pases en una cochera. Durante un lapso la preparación continuó en Uruguay. Hasta que en Australia, de manera diferenciada, el plantel se reencontró tras más de un año, con la frustración a cuestas del fracaso en el Mundial de Japón 2019.
Más allá del proceso existente en el rugby argentino -de más de una década- nunca hubo un enfrentamiento como el de ayer, por un certamen oficial que registrara tanta desigualdad entre un equipo y el otro. No obstante, Los Pumas trabajaron enérgicamente el aspecto psicológico tras la última temporada y deportivamente se fortalecieron ante la desdicha que transitaron.
En el deporte argentino hubo conquistas loables de grandes conjuntos y notables deportistas, a los que no se le quita ningún mérito, pero como ésta victoria ante un rival de tal magnitud con las características que conllevó este año pandémico, no hubo otra igual.