A pesar de las inclemencias climáticas y el cielo nuboso, un sábado para el recuerdo fue el que vivieron los amantes del deporte ayer en el barrio bonaerense de Liniers.
En las horas previas al transcendental encuentro de Jaguares, desde las adyacencias al imponente estadio José Amalfitani del Club Atlético Vélez Sarsfield, el ruido y el color de los fanáticos se hacía notar y vaticinaba lo que posteriormente se daría: una verdadera fiesta del deporte, un evento de real jerarquía.
Los stands puestos en escena por los patrocinantes del equipo argentino así como las plataformas de merchandising y entretenimiento establecidas para el divertimento del público junto a los patios de comidas y bebidas le dieron el marco ideal a la previa del espectáculo, que tuvo una notoria presencia entrerriana con representantes de Estudiantes, Rowing y Tilcara que llegaron hasta Buenos Aires para lucir sus banderas y camisetas, del mismo modo que lo hicieron algunos dirigentes y jugadores de entidades de la costa del Uruguay.
Entre autoridades, ex jugadores de Los Pumas y directivos de la Unión Argentina de Rugby, estuvo el paranaense Jaime Barba, uno de los delegados de Jaguares en el Súper Rugby, dada su función de abogado y su fluido manejo del idioma inglés.
Alrededor de un centenar de periodistas argentinos de todas partes del país se acreditaron para el partido y alrededor de 20 reporteros sudafricanos se registraron para cubrir las alternativas del mismo, focalizados en el desempeño de Stormers.
Las porristas tampoco faltaron al festejo y si bien no son habituales asistentes a los encuentros con la Ovalada, desde la UAR las introdujeron en sus eventos a partir de la incursión nacional al Súper Rugby. El modo de animar a los espectadores con sus coreografías y saltos, caracterizan no solo a este torneo, sino también a otros de primera línea en el deporte del mundo, como la NBA.
La música, infaltable en cada organización de la entidad que rige al rugby nacional, estuvo a cargo en esta ocasión del grupo de cumbia platense Sin Ensayo.
Un total de 18.224 personas animaron el choque protagonizado entre dos grandes equipos, y comenzaron a latir cuando estos ingresaron por primera vez al campo de juego para realizar el precalentamiento.
Y como plato fuerte, no pudo faltar el destacado show ofrecido por los protagonistas en la cancha.
Una vez más, el rugby nacional demostró estar a la altura de las circunstancias.