Este domingo, la final de Copa de Plata entre Echagüe y Unión de Crespo fue arbitrada por el bonaerense Marcos Ocampo, referee fichado en la Unión de Rugby de Buenos Aires.
Su labor, fue verdaderamente impecable a la hora de controlar el partido. Y, aunque parezca extraño decirlo en el rugby de hoy en día, no hubo gritos desde afuera ni reproches desde adentro. Ganadores y perdedores, todos, se fueron muy conformes con su actuación.
Y la pregunta de la tarde, fue: ¿Cómo llegó Ocampo al predio de Ayacucho y Echeverría, del Atlético Echagüe Club?
En declaraciones post partido a Tercer Tiempo, el árbitro indicó: “Me gusta mucho viajar y cada año vengo a arbitrar al Seven del Plumazo… Y en contacto con los referees entrerrianos, en este caso con Ernesto Zapata Icart, me preguntó si podría estar este domingo, para dirigir en este partido (…) No dudé en dar una respuesta afirmativa y venir…”
“Por cuestión de cercanía generalmente arbitro en Gualeguaychú o Gualeguay. Esta vez lo hice en Paraná y lo disfruté mucho”, valoró.
Desde nuestro medio, siempre resaltamos la labor de los referees, porque sin ellos, no hay partido. Ahora, destacamos la tarea desinteresada del bonaerense y aplaudimos su predisposición.
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