En el marco de las charlas organizadas por la Unión Argentina de Rugby (UAR) que se dictan por todo el país, el paranaense Emiliano Bergamaschi pasó por Mar del Plata para hablar de su especialidad: el scrum.
El actual entrenador de esa formación en Los Pumas, disertó en uno de los salones de Mar del Plata Club, ante una buena cantidad de entrenadores y jugadores de los distintos clubes de la Unión.
Con esta visita de lujo se continuó con uno de los objetivos del ente madre del rugby nacional, en pos de unificar criterios y desparramar algunas ideas principales desde arriba hacia abajo, para trabajar en forma conjunta y mejorar el nivel del deporte en Argentina, siempre con el fin de nutrir a los distintos seleccionados.
Cada uno de los asistentes pudo entonces nutrirse de conocimientos sobre un trabajo profesional como el que se desarrolla en Los Pumas, que desde hace un tiempo están insertos en la elite del rugby mundial.
«El scrum es el termómetro del equipo. En junio estuvimos mal en esa faceta por la inexperiencia de algunos pilares», comenzó su exposición el entrerriano. «¿Cómo volvemos a tener el mejor scrum del mundo? Respetando la organización, que la rutina sea un ritual, cediendo el bienestar propio en pos del colectivo y siendo agresivos pero disciplinados», agregó.
Bergamaschi siempre remarcó cuál es la foto ideal de un scrum perfecto, para dominar al rival y tener pelotas limpias para jugar. También habló de la disciplina, porque de nada sirve «dominarlos en el scrum si después no sale bien la pelota para jugarla».
En ese sentido, destacó claves para la entrada, la formación, cómo tomarse entre los pilares, la segunda línea y la tercera, tanto en la parte teórica de la charla como en la práctica, donde contó con la colaboración del plantel superior de Mar del Plata Club.
Habló de los ángulos, de las rodillas en el piso y de la posición de los pies. También sugirió formas de tomarse para poder hacer más presión y fuerza para adelante y para adentro.
En su exposición, quien en su época de jugador pasó por Bristol y Saracens en el rugby inglés, se apoyó en videos. En los mismos mostró comparaciones de errores cometidos en la ventana de junio ante Escocia e Irlanda, y la posterior corrección para noviembre cuando Los Pumas se midieron con Francia.
«La foto ideal es que los 16 pies estén apoyados al momento de impactar con el rival», fue una de las frases. «El motor son los cinco de atrás. Los tres de adelante son los que transmiten la fuerza», agregó quien también fuera entrenador del seleccionado de Entre Ríos. «La mentalidad fuerte es clave para empezar a ganar el scrum. No debemos negociar eso. Hay que tener bien fuerte el núcleo del scrum y respetar los tres momentos: la entrada, la flexión y el empuje», sentenció luego.
En otra parte de la disertación, quien nació el 4 de mayo de 1976 en Paraná, explicó que a Los Pumas se les inculca mucho la disciplina táctica. «Se nos han cobrado muchos penales en contra por no ser pacientes, sobre todo cuando tira la pelota el rival. La clave es estar tranquilos y dificultarle al 8 la salida de la pelota. Que no la saque tranquilo. Para eso involucramos al 9 nuestro en el scrum. Él, basado en un video, sabe cuándo el rival la va a tirar y ahí tiene que avisar. Los medio scrum sienten parte, y festejan como si fueran un forward cuando la ganamos y forzamos la infracción», agregó el expilar que se sumó al cuerpo técnico a fines de 2013.
También utilizó videos de un entrenamiento compartido entre los Jaguares y Waratahs de Australia, que según su óptica fue mucho más útil que los partidos de la Pacific Cup. Allí mostró imágenes del trabajo con los hookers, en donde se pudo observar a Facundo Bosch, necochense que pasar por Universitario de Mar del Plata. «Tiene que haber buena coordinación en la flexión y dar pasos cortos. Todos los troncos deben apuntar hacia el ingoal, por más que los rivales intenten torcernos. Tenemos que estar siempre más bajos que el rival y los ángulos no deben ser menores de 90 ni mayores de 105 grados para no estirarnos», explicó quien hace varios años viene trabajando junto con Daniel Hourcade, el head coach de Los Pumas.
En otro pasaje de la charla, mencionó el caso de Nahuel Tetaz Chaparro, quien pasara por Biguá y hoy es una fija en el plantel de Los Pumas. «Trabajamos mucho con él porque le costaba formar. Entonces, antes de su primer partido ya tenía un montón de scrums entrenados contra Marcos Ayerza, uno de los mejores pilares del mundo», reconoció Bergamaschi, quien después lanzó un consejo para los entrenadores presentes: «Hagan formar a los de la Pre y la Inter con los de la Primera, que practiquen mucho así no sienten tanto el cambio cuando les toque jugar en Primera».
(Prensa URMDP)