En el camino

El de Daniel Hourcade al frente de la Selección Mayor de la Unión Argentina de rugby, es un proceso. No es un proyecto.

Se trata, sin vueltas,  del desarrollo de algo que ha tomado en plena marcha y que él debe conducir haciéndole las correcciones que crea necesarias. Y de eso se trata. Y debo decir que, algo se vio ayer en el match Gales (40) – Argentina (6).

El team venía de una incuestionable derrota por 31 a 12 frente a Inglaterra de la semana pasada. Aquel segundo tiempo fue interesante y tal vez, en el interior de la delegación, hizo creer que ése era el camino. Ayer se comprobó que el camino ofrece dificultades a la vuelta de la esquina. Esto es largo. Muy largo. Fue interesante la disposición de los cambios de hombres; la de ingresar gente joven, hechos que dejaron claro que, Daniel Hourcade comanda un equipo técnico con ideas propias en cuanto al perfil de jugadores que prefiere. Será ése entonces uno de los tantos reacomodamientos que deberá encarar, y concretar, la nueva conducción.

No obstante, en lo técnico, ayer hubo varias cosas que no dejaron la impresión de que el de Argentina fue un equipo acorde con el rendimiento que exige un test match.  La más llamativa fue la precariedad estructural con la que acometió cada acción: individual o de conjunto. El desarrollo del partido, en buena parte de sus facetas, estuvo a cargo de Gales. La Argentina, en largos tramos acompañó, y en más de una oportunidad trató de no molestar al bastonero. Por ejemplo recibió dos tries que nacieron desde formaciones fijas (line en el primer tiempo y scrum en el segundo) y que llegaron al in goal argentino sin la necesidad de ninguna estación intermedia. No hubo ningún tackle. La Argentina, en ataque, no transpuso la línea de la ventaja con maniobras colectivas. Sí, es cierto, hubo un par de levantadas del scrum o de algún ruck, pero nada más. En defensa tampoco detuvo al adversario más allá de dicha línea.

Lo que viene tendrá que ser de la mano de un proyecto de verdad, que necesariamente tendrá que ser abarcativo, y dicho así se trata de que involucre a todo el rugby nacional. El proceso circunstancial, en el rugby, es de corto alcance. Me refiero al juego, que es para lo que se lo ha convocado a Daniel Hourcade. Porque, entiendo, que también el juego de rugby está en el camino y no sólo lo comercial.

Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo

Opinión

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