El Árbitro internacional Steve Walsh y sus asistentes, en su permanencia en Mendoza, brindaron una clínica organizada por la Unión de Rugby de Cuyo en donde participó también Achi Pastrana y el Mono Sánchez Ruíz.
La Ciudad de Mendoza se encuentra repleta de actividades que tienen al rugby como figura excluyente. Conferencias de prensa, subastas con fines benéficos, Foro de Periodistas y una disertación de la terna arbitral a cargo de Steve Walsh organizado por la Unión de Rugby De Cuyo.
Zona de Tackle fue el único medio que estuvo presente en la clínica brindada por quién tendrá la dura tarea de impartir justicia en el Islas Malvinas a partir de las 16.10 cuando pite el kick off.
Acompañado por sus asistentes, Jerome Garcés y J. Lacey y dos referentes del referato argentino como Francisco Pastrana y el Mono Sánchez Ruíz.
«Estoy tratando de ser mas amable y ayudar a los demás. Intento mejorar día a día mi espíritu y eso hace que perfeccione mi arbitraje», dijo un locuaz Steve Walsh ante la mirada atenta del referato mendocino.
Dijo también que el árbitro debe apoyarse en cinco preceptos fundamentales y destacó «el control emocional, la empatía, usar a los capitanes como interlocutores válidos, tener trato con jugadores claves y crear tiempo y espacio para operar mejor manera con su postura corporal».
Acto seguido hizo un mea culpa personal al destacar que: «el viejo Steve era mas impulsivo. Ahora uso mas el autocontrol y genero mas empatía con el jugador». Un Steve Walsh auténtico.
Como siempre que hay una clínica de referato, el tema del scrum genera los mayores debates. J. Lacey, árbitro asistente irlandés sostuvo que «Si no se solucionan los problemas del scrum tarde o temprano terminaran por sacarlo», y consideró que los jugadores y coaches deberían ser mas honestos a la hora de disputar el scrum.
Jerome Garcés tuvo para graficar en dicha situación una gran anécdota que la escucho de boca de William Servat, primera línea del seleccionado francés: «La secuencia del scrum tiene que tener el espíritu de los 100 metros olímpicos. Si Bolt se adelanta quedaría automáticamente descalificado. Con los derrumbes debería pasar lo mismo».
Otro punto destacado de la disertación fue acerca de si los árbitros deben prevenir más y penalizar menos. Walsh considera que dos infracciones seguidas es el tope para llamar al capitán y aleccionar. Según él, es mucho mas efectivo el castigo que la charla. A su vez Francisco Pastrana consideró que «tenemos que modificar la conducta de los jugadores ya que esa es la clave para administrar el partido”.
Se sabe también que cada partido es una historia con principio y final distinta a otras. Si los jugadores contribuyen y el juego es el protagonista, la figura de Walsh quedará en segundo plano, algo por lo cual un arbitro es figura. Que así sea.
Fuente: wwww.zonadetackle.com – Sergio Renna
