Se trata de esas vivencias que marcan para toda la vida. Joaquín Dlugovitzky lo sabe y por eso la disfruta a pleno. El paranaense surgido en la camada 2004 del Club Atlético Estudiantes reside en Miami y es parte de la Milennia Atlantic University, donde estudia Administración de Empresas y juega al rugby.
Con el afán de desarrollar un nuevo desafío, ‘Joaco’ buscó a su vez nuevos destinos.
Tras haberse desempeñado desde divisiones infantiles en la institución del Parque Urquiza y habiendo sido parte del seleccionado juvenil entrerriano, ahora, aunque en Norteamérica, no podía estar lejos de su disciplina predilecta.
Con el apoyo de su familia, su papá Diego, su mamá Mercedes y su hermano Ignacio, decidió emigrar para afrontar una experiencia que ya es y prevé ser también, muy enriquecedora.
El hooker entrerriano contó en diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, cómo vive, qué proyecta y anhela en una sociedad totalmente diferente a la argentina.
-¿Cómo surgió esta oportunidad de irte a estudiar y jugar al rugby en Miami?
-La idea de venir a Estados Unidos a estudiar y jugar, empezó en agosto de 2022, durante mi último año de la escuela secundaria. Fue en ese entonces que me puse en contacto con una empresa, CAMPSA, que trae chicos a estudiar a Norteamérica. Fui parte de un campus en el que participé durante tres días. Allí se filmaban los partidos y se armaban los highlights de cada jugador, sumados a los que uno ya traía desde su club. Ahí empezó todo el proceso. Surgieron después algunas alternativas y opté por venir a Miami para sentirme lo más cómodo posible, por una cuestión principalmente cultural.
-¿Cuáles fueron tus primeras impresiones respecto a la adaptación, al idioma, a la gente y al deporte?
-En cuanto a la adaptación al idioma y la cultura en sí, podría decir que no fue muy difícil, ya que Miami tiene un número enorme de latinos. Yo por ejemplo, vivo con otros argentinos más. En la Universidad, de hecho, también hay un montón de argentinos estudiando. Hay chicos de Mendoza, San Juan, Jujuy, Buenos Aires y ahora, Gabriel Lamboglia, ex San Martín de San Jaime de la Frontera y CRAI. Entre tantos argentinos, entonces, el choque cultural no se siente tanto.
Por otro lado, el programa de rugby en la Universidad, empieza este año. Somos todos argentinos por el momento y estamos en la misma sintonía. Se nota la diferencia respecto al estadounidense, que al no tener una cultura de rugby en sí, desarrolla un juego mucho más físico que el nuestro.
-¿Cómo es tu rutina diaria en Miami?
-Entrenamos en la Universidad tres días a la semana. Después durante las mañanas trabajo en un restaurant y después tengo clases, estudio, hago tareas o trabajos prácticos y voy al gimnasio. No puedo quejarme, disfruto el día a día. Y los fines de semana que tengo libre, trato de arbitrar a los más chicos.
-¿Con qué nivel de juego te encontraste en la liga universitaria norteamericana? ¿Cómo considerás que vive el rugby la sociedad estadounidense?
-El torneo arrancó hace unas semanas. Jugamos ante una Universidad plenamente americana, por lo que con mayoría de argentinos en el equipo, pudimos ganar cómodos. Tiene que ver con esto de que, aunque nos conocíamos deportivamente poco, cada uno, venimos de muchos años de rugby. Una de las cosas lindas que me pasó también, fue que me nombraron capitán del equipo. Es un orgullo enorme, con todo lo que eso representa.
Tuve también algunas pruebas con los Miami Sharks, en las que también hubo muchos argentinos. En total se dieron cuatro pruebas, con distintos partidos. Al segundo camp fui llamado para jugar, al igual que al tercero y al cuarto fui seleccionado para los try-outs.
Entre otra de mis recientes experiencias, fuimos al Seven de Los Ángeles. La pasamos realmente bien. Estuvimos muy cerca del equipo argentino. Los estadounidenses viven el evento al estilo fútbol americano. Mucho show. El rugby está creciendo cada vez más en Estados Unidos.
-¿Cuáles son tus objetivos personales y deportivos con este desafío que emprendiste?
-Aspiro a poder recibirme en mi carrera de grado y a futuro quizás hacer un Master. En lo deportivo me gustaría llegar a un alto nivel, ya sea universitario o con un club. Anhelo crecer tanto en lo deportivo como en lo profesional. Sin dejar de lado disfrutar cada día.