Los códigos del rugby quedaron manchados. Las imágenes de la brutal agresión del jugador Cipriota Martínez, de Pucará, sobre su rival Juan Manuel Masi, de San Albano, causaron gran conmoción no sólo entre los fanáticos del deporte, sino también en el público en general. Sucedió durante el clásico de la categoría Intermedia, en el que el Rojo se impuso por lo justo 22-21.
Tras recibir la brutal patada en el suelo, Masi tuvo que dejar el campo de juego. «Estaba medio groggry, fue atendido en el vestuario», le reveló un allegado al equipo a canchallena.com. Según detalló, el golpe sólo le provocó un chichón en la frente, del lado del ojo izquierdo. «Las imágenes son más fuertes de lo que terminó siendo. La verdad es que la sacó baratísima», agregó. El segunda línea de San Albano no pudo completar el partido y, más allá del golpe, aseguran que eso fue lo que más le molestó. Luego, participó del tercer tiempo.
La patada fue la última imagen que se vio de Martínez en la tarde. El rugbier vio la tarjeta roja y se lo llevaron de la cancha inmediatamente. Desde su club ya anunciaron que recibirá una dura sanción: «Pucará repudia la conducta antideportiva ocurrida en el partido intermedia con San Albano, extendiendo las disculpas del caso al jugador damnificado, al Club San Albano y a todo el rugby en general. Pucará ha tomado las medidas disciplinarias preventivas del caso», dice el comunicado.
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