Hay gestos que invitan a sobrellevar la pandemia con otro ánimo. A mirar la realidad de otra manera. Una notable nota del diario La Mañana de Neuquén, da cuenta que Tehuelches Rugby Club, un equipo de internos de la U11 que se formó el año pasado como parte de un convenio entre la Fundación Espartanos, la Unión de Rugby del Alto Valle (URAV) y fiscalía de Estado del Gobierno provincial, propuso hacer una movida solidaria para ayudar a la sociedad. La propuesta derivó en la confección de 100 camisolines y 45 cofias que fueron entregados este jueves en el Hospital Castro Rendón.
“Nosotros sólo fuimos un medio entre los internos de los pabellones 9 y 10 que trabajaron en los talleres de confección de la U11 y Red Solidaria, con quienes desarrollamos otros programas que fueron los que nos conectaron y nos ayudaron a comprar todo el material. Adrián Lammel, el director del hospital agradeció mucho este gesto debido a la necesidad que ellos tienen de contar con estos elementos”, relató el dirigente.
El rugby, un deporte siempre inclusivo, desarrolló a través de la Fundación Espartanos un proyecto de inserción en la sociedad para miembros de la población carcelaria en la Unidad Penal N° 48 de San Martín ubicado en el camino del Buen Ayre en Buenos Aires.
La propuesta que nació en 2009 tiene, desde el año pasado, su réplica aquí en Neuquén donde un grupo de 25 jugadores se prendieron con entusiasmo a la iniciativa.
Eduardo Rueda ex jugador y colaborador del Neuquén Rugby Club es uno de los entrenadores y desde el inicio trabajó en el armado del grupo.
“Anteriormente estuvimos trabajando en la cárcel de Senillosa, pero allí la población no es tan estable ya que hay muchos traslados y se complica poder realizar una actividad que se mantenga”.
“Acá en Neuquén estamos desde el año pasado. Tenemos una cancha de arena en el penal de Parque Industrial y entrenamos los miércoles de 9 a 11. Somos un grupo de siete personas que nos vamos rotando”, contó.
“Teníamos todo organizado para jugar el primer partido con un equipo de veteranos de Neuquén Rugby, justo el fin de semana en que se decretó la cuarentena”, se lamentó el entrenador. “El nombre del equipo lo eligieron ellos. Pronto entendieron la dinámica del juego, disfrutan de cada tercer tiempo pero sobre todo se quedaron enganchados con todos los valores que transmite el rugby: el compañerismo, el esfuerzo y el respeto, cosas que siempre nosotros buscamos remarcar”, destacó.
Entre los aspectos positivos que valoró Rueda en esta corta experiencia con este proyecto son los grandes cambios producidos.
“En seis meses no hubo ningún incidente entre ellos. Se sienten más tranquilos y tienen otra esperanza en el día a día”, resaltó.
“Hay un dato cruel –agregó- y es que el sesenta por ciento de la población carcelaria es reincidente. Creo que nosotros podemos cambiar. Ya lo demostró Espartanos porque esto no es sólo rugby la propuesta también incluye educación, capacitación. Porque entre las condiciones exigidas para poder participar tienen que estudiar, hacer yoga ó actividades de espiritualidad, va todo de la mano. Si nos ponenos a pensar que en Argentina no hay pena de muerte ni cadena perpetua en algún momento ellos van a salir. Frente a esta situación uno se plantea: algo hay que hacer para cambiar esa realidad y ahí estamos nosotros para intentarlo”, concluyó Rueda. Una muy linda historia