Lo mejor que deja el rugby: AMIGOS!

Se está yendo otro año, con un análisis en lo deportivo muy positivo en cuanto a roce internacional…

… no nos olvidemos que hasta hace poco es lo que más se pedía para Los Pumas en cuanto a frecuencia y calidad, y no tan positivo en cuanto a los resultados, al avance en el juego en general y demás consideraciones al respecto.

Pero en lo que queremos hacer principal foco esta vez (o una vez más) es en lo trascendental que tiene este grandioso deporte y que es, ni más ni menos, la posibilidad de hacerse de AMIGOS, de amigos en serio, en las buenas y en las malas, como debe o debiera ser.

Tiene esa mística especial el rugby, ese fuego interior, esa característica tan especial y que defendemos y difundimos tanto, …, y que une tanto.

La vida del jugador de rugby, tan linda por cierto, sirve como para decorar la metáfora, como para adornar la moraleja, que es (cualquiera que lo ha vivido en carne propia lo sabe muy bien): ‘acercate al rugby, al club que te lleve tu amigo, que más allá de aprender a jugar un lindísimo y completísimo deporte, además y mucho más importante que eso, si arrancaste con uno, terminarás (lo más probable) con muchos más. Habrás hecho una opción de vida y una ‘inversión’ a futuro que, de seguro, habrá superado tus expectativas’.

Jugar, entrenarse, dedicarle horas de preparación para el juego, no es más que un puñado de minutos, visto desde la óptica del tipo que valora todo lo bueno que aprendió y experimentó, como persona, gracias al rugby.

Poco importará en este sentido y profundo análisis que se haga, si se fue un gran jugador o todo lo contrario. Sí tendrá valor y pesará mucho en esa balanza que sopesa el paso del tiempo en nuestras vidas, el cómo hayamos vivido como amigos, nuestra entrega, nuestro ofrecimiento y, por su puesto también, nuestras mezquindades, modos y demás rasgos que tantas personas amigas nos han sabido aguantar, ayudar a cambiar, intentar corregir, dentro de ese halo de confianza, que tan sólo una honda relación de amistad puede brindar.

Es cierto que ese tackle formidable, ese cierre oportuno, esa pelota tan bien ida a buscar arriba, ese pase ‘de otro partido’, ese scrum o maul demoledores, esas corridas y jugadas de los backs que vulneraban cualquier defensa, …, todas jugadas que sirvieron para, desde ganar un partido hasta tal vez un campeonato, todas, más allá de lo temporal relativo al juego, fueron uniendo de a poco y de manera perdurable, cada vez más, a ese grupo, a esa camada enésima para el club o la estadística, en primerísimo lugar para quien la vivió, la sintió, la ‘bajó’ como de un sueño y la ‘pegó’ en su vida real.

Que esa UNIÓN y esa tan linda AMISTAD que enciende el rugby, no se apague nunca

Traten, los que puedan (y seguro que ya muchos están o estarán en eso), de organizar con sus amigos de siempre, más cercanos o más distantes, más austera o más rimbombante, una memorable juntada de fin de año. Y váyanse afilados en anécdotas, recuerdos, historietas y de esos ingredientes, que van a contribuir a que sea una fiesta inolvidable! Pero no dejen de hacerlo. Esto es RUGBY!

Chau, un abrazo muy grande a todos y que se hagan cada día aunque sea un poquito más amigos de sus amigos!

Gracias y no olviden mandarme sus comentarios, críticas, aportes, etc.

Por Mariano Lemoine, desde Mendoza, especial para Tercer Tiempo

Opinión

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