Los Chiefs de Hamilton, Nueva Zelanda, vencieron a los ACT Brumbies australianos por 27-22 y se consagraron bicampeones del Súper Rugby.
El equipo de Waikato, que fue local en la final, se impuso después de dar vuelta un partido que lo tuvo abajo en el marcador durante buena parte de los 80 minutos.
Promediando el segundo tiempo sacó a relucir sus mejores armas: temple, fuerza y habilidad para dar vuelta la historia.
El partido fue bien diferente a la final de 2012, en la que superó a Natal Sharks por 37-6.