Las selecciones argentinas de rugby 7 masculina y femenina se encuentran en la capital del Perú con la intención de mejorar los resultados obtenidos en los últimos Juegos Panamericanos, celebrados en Toronto hace cuatro años.
Será difícil para los 7’s del combinado masculino mejorar la Plata conseguida en Canadá, pero el objetivo es, como mínimo, igualar ese resultado. De hecho, la del rugby 7 es una de las medallas que se esperan obtener de la numerosa delegación argentina que compite en estos Juegos Panamericanos de 2019 que se celebran en Lima entre el 26 de julio y el 11 de agosto.
La de 2019 será la edición Nº 18 de los Juegos Panamericanos, sin embargo, es apenas la tercera ocasión en la que el rugby 7 es una de las disciplinas de la competición. La primera vez que este deporte fue una de las modalidades de los Juegos fue en Guadalajara 2011.
En esa ocasión, la selección argentina consiguió la medalla de Plata. Tanto en los Juegos Panamericanos de 2011 como en los de 2015, el podio en el torneo masculino fue exactamente igual: Oro para Canadá, Plata para Argentina y Bronce para Estados Unidos.
Así pues, está claro que los canadienses son el rival a batir para los 14 jugadores en los que Santiago Gómez Cora ha confiado para esta competencia internacional.
Distinta es la situación para Las Pumas 7’s. En cierto modo, para la selección femenina ya es un logro haber conseguido la clasificación para los Juegos Panamericanos. Fue gracias al segundo puesto en el Torneo “Valentín Martínez” que se disputó el pasado mes de noviembre, que el combinado nacional se clasificó para Lima 2019. Pero en rugby, igual que sucede en fútbol o básquetbol, los logros de la selección femenina todavía están lejos de los alcanzados por su homólogo masculino o de los triunfos de las mujeres argentinas en otras disciplinas deportivas, como el hockey, donde el equipo femenino consiguió los campeonatos mundiales de 2002 y 2010, o el póker, donde María Lampropulos, aunque no sea un hecho muy conocido, hizo historia para el país en 2018.
Sin embargo, igual que está sucediendo en el fútbol, donde la selección femenina logró el pasado mes puntuar por primera vez en una Copa del Mundo, o en el básquetbol, donde las mujeres ganaron el Campeonato Sudamericano en 2018 después de 70 años de sequía, también en el rugby 7 se está alcanzando un gran nivel.
Es la segunda vez que la selección argentina de 7’s femenino participa en unos Juegos Panamericanos, puesto que el rugby femenino entró en la competición en Toronto 2015 y, en aquella ocasión, Argentina consiguió un loable cuarto puesto.
El plantel del rugby femenino, que tendrá que hacer frente a la baja de su capitana, Sofía González, por lesión, se dispone a intentar mejorar ese resultado y entrar en medallas. El rival directo para las argentinas es Brasil, que se hizo con la medalla de Bronce hace cuatro años. El podio lo completaron Canadá que, igual que en el torneo masculino, se llevó el Oro, y Estados Unidos con la Plata.
Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 suponen una excelente oportunidad de competir a nivel internacional con selecciones de gran nivel. Sin embargo, no está en juego la participación en los Juegos Olímpicos. El rugby 7 no es una de las 22 disciplinas que dan la clasificación directa a Tokio 2020.
Recordemos que Los Pumas 7’s ya consiguieron la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 al imponerse en el Sudamericano 2019 que se disputó en Chile el pasado mes de junio. Los argentinos se llevaron la plaza correspondiente a Sudamérica. La última en clasificarse ha sido Gran Bretaña, gracias a su victoria en el Europeo 2019 hace unos días. Todavía quedan por disputarse los clasificatorios de Oceanía, África y Asia, además del preolímpico que se celebrará en junio de 2020.
En cuanto al rugby femenino, la plaza para Tokio 2020 del Campeonato Sudamericano se la llevó Brasil, que se impuso a Colombia en la final después de haber ganado a Argentina en semifinales. Las Puma’s 7 se impusieron a Perú y lograron la tercera posición, por lo que tendrán una segunda oportunidad, junto con las colombianas, en el preolímpico de 2020.