Sin dudas que la pandemia del COVID-19, que cunde y trastoca el planeta, ha conllevado a reformular los hábitos normales de las familias, entre ellos la educación y prácticas deportivas complementarias de esta, la que nos roza, el rugby. Sobre estos hábitos retocados, María Elena Martino, mamá de Augusto Castiglioni – M16 de Tilcara -, una de las tantas madres del rugby, charló con Tercer Tiempo sobre cómo lo asimilan en el entorno familiar, «que el entusiasmo no decaiga», resaltó.

Uno de los pilares en el entramado del rugby es la madre del jugador/a, quien de diferentes maneras, durante la carrera del/la jugador/a aporta desde su importantísimo lugar. Sostener el entusiasmo, que sabe que al mediano y largo plazo rendirá frutos, especialmente en cuanto a valores humanos. Estas protagonistas, hoy juegan un rol más preponderante, porque deben ayudar y acompañar, entre casa, los estímulos bajados por los entrenadores, entre otras tantas obligaciones, laborales y domésticas.

Mery, una de las tantas hacedoras y contención del rugby expresó cómo sigue la actividad circunstancial de su hijo Augusto – apertura, que alterna como medio scrum en la categoría menores de 16 años – y de la cual daba cuenta Matías Palleiro hace unos días en esta plataforma.

– ¿Cambiaron los hábitos en la casa?
-Primero que nada, nos consideramos una familia de rugby. Ahora si, esta cuarentena ha influido, pero se ha tratado de mantener los hábitos, en la medida de lo posible y para que el ánimo no decaiga. Debo reconocerle a Augusto, que no deja de cumplir sus obligaciones respecto del deporte y con las pautas que tiene que seguir para estar en estado y en forma para cuando tenga que regresar a la cancha, a la competencia. Él lo sabe muy bien, porque si no lo hace, en pocos días, se retrocede. Esto es acompañado por el plan alimentario de la nutricionista, como así también la dedicación, que es bastante, en la parte física, allí no puedo retacear y hay que destacarle que desde el primer día de cuarentena estuvo en constante movimiento.

– ¿Sentís que la sobrecarga recae más en la mamá, lo de la escuela y el club?
-La actividad extra no lo considero una sobrecarga, la hemos tomamos con mucho gusto, en cuanto a las tareas escolares y deportivas, entre otras por supuesto, la verdad que estamos bien repartidos entre el papá y la mamá.

– ¿El plan girado por los entrenadores lo siguen los padres?
-No es necesario que los padres sigamos lo indicado por los entrenadores, Augusto lo tiene muy en claro, no sé si a todos los padres le sucederá lo mismo, pero bueno, en este sentido no tenemos ese trabajo extra, si puede llamar de esa manera, de estar monitoreando si lo hace o no». «Solamente, ahora con lo que pasaron desde el club por cada división, con zoom, por ahí al medio día se le recuerda del mismo (zoom), como para reforzar.

– ¿De qué manera acompañan todo esto los padres?
-En realidad acá, nos acompañamos entre todos, somos cinco los integrantes de la familia Castiglioni y tratamos de estimularnos unos con otro para no dejar de hacer actividad física, que la concentramos en un lugarcito del patio, con los poquitos aparatos, pero muy útiles, para moverse, hacer pesas y mantener lo que se había logrado, Augusto y también nos prendemos el resto de la familia, siempre y cuando los márgenes lo permitan, tratamos de tenerle todos los ingredientes, obviamente lo que se pueda, de lo que respecta a su dieta diaria, fundamentalmente huevos, pero es él quien se prepara las cosas porque sabe bien los nutrientes, proteínas y demás para seguir lo marcado por la nutricionista, ahora, reconozcamos que estos días tenemos algún desfasaje, no te voy a mentir y como las hermanas están incursionando en la cocina, alguna torta o comida prueba, pero es leve y tratamos de respetar la línea y las comidas diarias.

– ¿Notas entusiasmo con la ejercitación girada desde el club por los profes?
-En esto quiero resaltar que, los profesores le han puesto toda la onda, mucha dedicación, eso también los estimula y mucho a los chicos, bueno hablo en el caso de mi hijo, pero por lo que se comenta entre ellos, es muy útil en esta ocasión particular y no deseada. Notamos que con las ejercitaciones que le enviaron, Augusto se siente conforme, contenido, estimulado y concentrado para la entretenida y dura competencia anual, cuando se pueda iniciar.

– ¿Esa rutina se acomoda bien entre las demás obligaciones?
-Con sus obligaciones escolares y deportivas se reparte muy bien en el día a día, pero obviamente hay otras actividades, sus momentos de recreación, está la play y lo que más le cuesta, o me cuesta, pero lo hace a la larga y tras insistir, son las obligaciones hogareñas, las correspondientes de todo adolescente», aseguró.

MENSAJE

En la despedida, Mery dejó su mensaje, “es factor fundamental acompañar a los chicos, suma y muchísimo, nosotros lo hicimos desde escuelita, es gratificante compartir con ellos, entrenadores, profesores, con otros padres y demás cercanos que están apoyando al costado de la cancha, son muchos años, nos conocemos, como quien diría, somos una gran familia, esa gran familia está extrañando seguir estando ahí, en el borde de la cancha”. “Para los que no pueden estar tan encima como uno, por distintas razones, es importante apoyarlos desde la casa, con pequeños gestos y consejos, hacerles sentir que uno está interesado en lo que hacen, ello revaloriza y los hace sentir mejor”.

APASIONADOS DEL RUGBY

Son una familia que ama el rugby, sobre todo Gustavo, ex jugador, ex entrenador (en M8 y M9 justamente de Augusto) y dirigente del Verde. Siempre en la cancha junto su esposa Mery siguiendo a Augusto o el plantel superior, se acoplan sus hermanas Julieta y Paula – ex jugadoras de hockey sobre césped en Rowing – y de entre casa se arma la tribuna para los partidos de Los Pumas, Jaguares, Ceibos ahora, entre otros, para deleitar por televisión, todo gira en torno a ese momento, se modifica lo restante, pero los 80 minutos de esos partidos estamos prendidos con el mate.

(Fotos: gentileza familia Castiglioni)