Mano a mano con Milano

Este miércoles, el ex Puma, Gustavo Tati Milano brindó una jornada de Coaching a entrenadores de Capibá, que se dio considerando su rol actual dentro del Desarrollo nacional. Con la sencillez que lo caracteriza, el rosarino dialogó con Tercer Tiempo y destacó la importancia de nuestro deporte en su tercer nivel. “El rugby argentino dejó hace mucho de ser algo de cinco o seis ciudades o de veinte clubes, por más que a muchos le pese. Es un gran movimiento aún hoy emergente, que va de punta a punta del país”, sostuvo el rosarino, quien además opinó sobre el presente del seleccionado dirigido por Phelan. Gabriel Baldi, Tercer Tiempo

Sin dudas que la humildad hace a las grandes personas y Gustavo Tati Milano da muestras de ello con solo expresarse.

Como sabe y le gusta hacer, recientemente el ex Puma volvió a recorrer el país para asesorar a los clubes en Desarrollo de la Unión Argentina de Rugby (UAR), rindiéndole cuentas al presidente Luis Castillo.

Milano, quien vistió la casaca del seleccionado nacional en 33 partidos, desde 1982 hasta 1990, dijo presente este miércoles en Paraná para brindarle un entrenamiento a los entrenadores de las distintas categorías de Capibá, en un complejo deportivo de calle Tibelletti y Zanni de la capital entrerriana. Fue en un lugar techado debido a las inclemencias climáticas.

En el Coaching dictado para alrededor de treinta representantes Amarillos, el ex Segunda línea hizo alusión a trabajos específicos de sistemas de juego, claves defensivas y recuperación de pelota.  

En diálogo con Tercer Tiempo, Milano habló sobre distintos temas inherentes al tercer nivel del deporte argentino y a la actualidad de Los Pumas.

“Estoy cumpliendo una función especial de relevamiento y asistencia técnica a todos los clubes en Desarrollo del país, dependiendo de Luis Castillo, presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR). En este sentido, me encuentro con realidades distintas según las entidades que visito. Hay realidades muy avanzadas, hay mayoría de progresos amesetados y en algunos casos que son los menos, la actividad está menguando o en desaparición. En un gran porcentaje, estos últimos clubes necesitarían mucho más apoyo para su competencia, que eso sería sinónimo de viajes y kilómetros para alcanzar un nivel de 25 partidos por año, que es lo que necesita cualquier jugador para progresar. Actualmente, eso no está pasando en el rugby en Desarrollo, dado que por temporada la mayoría de los clubes tienen en promedio 15 encuentros, incluyendo amistosos. En esos casos, por más que tengan el mejor club y la mejor dirigencia, les será muy difícil crecer. En un gran porcentaje, son casi 300 grupos sumados unos 50 en formación, que están necesitando un empuje técnico y una solución para su competición, para poder incorporarse definitivamente a lo que es el rugby desarrollado de Argentina”, señaló Tati en primer término.

“El presidente y sus dirigentes tienen el ojo puesto en el ‘rugby de base’, en el ‘rugby de tierras adentro’, como decimos. En este momento es cierto que el Rugby Championship encandila y es hermoso, por lo que ahora hay que disfrutarlo como lo que es, el hecho más significativo del rugby argentino de los últimos años pero después hay que volver a mirar para adentro, ya que tenemos serias desigualdades y queremos a todos los clubes en el mismo nivel. Después, que en la cancha haya diferencias deportivas está bien, pero no que haya clubes con 30 cotejos al año y otros con 10, con los que están alejados de las grandes urbes”, sostuvo el ex jugador del Jockey Club de Rosario.

-¿Con qué realidad te encontrás cuando ves a los clubes de Entre Ríos?

– En Paraná he estado con la gente de Capibá y Álamo, después también en la zona del río Uruguay, quizás aún con menos contacto en los clubes del centro de la provincia, que son hoy en día los que tienen mayores dificultades. No hay actividad en Tala ni Basavilbaso. Lo que puedo decir es que noto en la Unión Entrerriana de Rugby y en su titular, Carlos Ascúa, un profundo interés en apoyar y darle su lugar y atención a lo que es el deporte fuera de Paraná. Eso es para destacar. Porque hay que ser conscientes de que si no le prestamos atención al rugby de base, a estos casi 400 grupos que hay desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, estaríamos olvidando uno de los principios de nuestro deporte, que es la solidaridad.

-¿Qué opinión te amerita el caso Nahuel Lobo, surgido de un club en Desarrollo y hoy dando sus primeros pasos en el rugby profesional?

– Es sumamente meritorio lo de Lobo. Hay algunos casos similares. Leguizamón comenzó en Santiago del Estero, hay algún que otro patagónico y también de San Juan, Trelew. Hay profesionales en Europa que surgieron del rugby de Misiones y así sucesivamente. Mariano Taverna, surgió de San Vicente y hoy es jugador clave en el SIC. El rugby argentino dejó hace mucho de ser algo de cinco o seis ciudades o de veinte clubes, por más que a muchos le pese. Es un gran movimiento aún hoy emergente, que va de punta a punta del país. Hoy, hay quinientos clubes pero puede haber mil. Hay 54.000 jugadores fichados pero puede haber 150.000. Nadie puede negar esa realidad y lo que hay que hacer es apoyar esa explosión. Hay apoyo decisivo y claro que debería llegar de muchas instituciones y hoy en día no llega. Hay casos en donde sí se materializa ese apoyo, como en la UER. Pero en general, la dirigencia tiene que terminar de entender que existe un “impuesto a la distancia” por parte de los equipos que están lejos de las principales ciudades y con decisiones firmes, los directivos los deben apoyar. Ahí, hablamos del costo de fichajes y afiliación que tiene que ser redituado para que el que tiene que viajar 80.000 kilómetros al año pueda tener alguna facilidad desde algún punto, porque sino, se genera una brecha muy grande en relación a los elencos de las grandes localidades.

Milano y su opinión sobre Los Pumas

Comparando la actualidad del seleccionado nacional con el de la década del ’80, donde Milano pudo vestir la camiseta de la UAR, el rosarino destacó: “Yo vengo de una ‘pre-historia’ donde teníamos solo cinco test matches por año y donde fuimos suspendidos los primeros profesionales. Por lo que a los 29 años tuve que dejar de jugar en Los Pumas porque me fui a jugar rugby profesional en Italia. Hoy, es como hablar del día y la noche. En la actualidad solo podemos disfrutar de esto que por fin llegó.”

Haciendo referencia a Los Pumas en el Rugby Championship, Tati sostuvo: “Lo que puedo decir es que Los Pumas merecen aplausos. Noto también en el juego algunos indicios que seguramente vienen de la mano de Graham Henry y una entrega total, que fue lo que permitió el resultado en Mendoza ante Sudáfrica. Aunque lo peor, está por venir (risas…). Pero, hasta ahora creo que estamos muy bien, por encima de las expectativas. El partido a ganar, será ante Australia en Rosario. Si bien este torneo no tiene equipos débiles, Australia quizás sea hoy en día el menos fuerte.”

Por último, expresándose sobre las nuevas reglamentaciones que regirán en el deporte de la Ovalada, Milano dijo: “La nueva reglamentación del ruck es revolucionaria y hará que el juego cambie muchísimo. No tendremos que adaptar rápido y la verdad es que nos toma en desventaja. Tenemos pocos meses de adaptación. Creo que al principio sufriremos un poco.”

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