El técnico del club nogoyaense dialogó con Tercer Tiempo acerca de su camino en la obtención de la Copa de Plata y como cambiaron el chip luego de la primera fase: «Cuando finalizó esa etapa, hablé con los chicos y nos propusimos, como nueva meta, ganar como sea la copa de plata. Redoblamos esfuerzo y gracias a Dios se cumplió el objetivo» afirmó Maximiliano.
Además, aseguró que consagrarse en Crespo fue algo especial, más allá de no poder lograrlo en su ciudad: «tuvo ese «gustito» especial afrontar la última fecha en Crespo y tener la posibilidad de obtener el título, sobretodo por lo peleado que fue el partido en donde hasta el último minuto no se sabía como iba a terminar» aclaró Lasbias.
ENTREVISTA
– ¿Que balance haces de lo que fue el año?
– El balance es muy positivo. Nosotros metimos una buena pretemporada y, si bien el primer objetivo era clasificar a la medalla de oro, por ciertas circunstancias no se dio ya que en lo partidos previo al torneo se lesionaron dos jugadores en puestos claves, como el apertura y el medioscrum. Arrancando el torneo oficial tuve que hacer unas variantes con respecto a esas posiciones, las cuales son muy importantes, ya que son los conductores del equipo. Al principio les costó a los chicos adaptarse a esas posiciones nuevas, por eso es que no arrancamos demasiado bien la primer fase y desperdiciamos varios puntos en los primeros partidos. Obviamente, que al ser una zona tan pareja, al final eso nos jugó en contra por lo que no pudimos clasificar a la copa de oro. Cuando finalizó esa etapa, hablé con los chicos y nos propusimos, como nueva meta, ganar como sea la copa (plata). Redoblamos esfuerzo y gracias a Dios se cumplió el objetivo.
– ¿Que cambios se vieron reflejados en la segunda fase con respecto a la primera?
– Creo que después de la primer fase, lo que cambiamos es que los chicos se adaptaron mucho mejor a las posiciones claves, por lo que el equipo empezó a cambiar. Además, la charla que tuvimos luego, planteamos, no solo redoblar esfuerzos, sino tratar de no faltar a ningún entrenamiento y eso hizo que el grupo se una más, si bien estuvo siempre comprometido. Los chicos «abrieron la cabeza» y se pusieron como nuevo objetivo salir campeones cueste lo que cueste. Fue un poco de todo; el compromiso de los jugadores por un lado y la adaptación de los mismos en el equipo. En la etapa de la copa de plata no perdimos ningún juego y eso que, para mí, los equipos eran más parejos que en la primer rueda y así y todo logramos cuatro triunfos y un empate.
– ¿Te hubiera gustado salir campeón en Nogoyá?
– Sin dudas. A uno siempre le gusta consagrarse o jugar una final en su ciudad, es algo muy lindo junto a su gente. Si bien a Unión fue bastante gente de Nogoyá, no es lo mismo. Algo que yo recalco siempre es la cantidad de gente que Sirio en rugby lleva al polideportivo cuando juega de local, cosa que en otras canchas no se suele haber esa cantidad. Me hubiera encantando poder festejar junto a nuestra gente pero, por otro lado, también tuvo ese «gustito» especial afrontar la última fecha en Crespo y tener la posibilidad de obtener el título, sobretodo por lo peleado que fue el partido en donde hasta el último minuto no se sabía como iba a terminar.
– Luego del título ¿Cómo los recibieron?
– Nos recibieron muy bien. Cuando llegamos a la ciudad nos estaba esperando una caravana en donde festejamos junto a nuestra gente y después la dirigencia del club nos hizo una comida. La pasamos bárbaro.
– Tanto en la Copa de Plata como en la primera fase ¿Cual crees que fue el rival más difícil?
– En la primer fase el equipo a vencer siempre, por lo que viene logrando este último año, es Camatí de Viale, que, en este torneo por suerte se nos dio de ganarle de local y por lo que fue el partido más destacable de nuestra primera ronda. Después, en la fase de plata, creo que todos los partidos fueron muy parejos. Cada equipo tiene su estilo de juego, y si bien uno siempre intenta imponer el suyo, por ahí eso te lleva a que en el transcurso del cotejo, tengas que hacer variantes para poder contrarrestar el planteamiento de tu rival. Creo que Carpinchos fue un rival bastante difícil. Por suerte lo tuvimos de local, y, junto a nuestra gente se hace complicado para los otros equipos jugar acá en Nogoyá. Unión también fue un equipo muy complicado, en donde tuvimos que ir a ganar pero no pudimos ya que empatamos en 16 al ser un partido muy trabado. También destaco a San Martín de San Jaime, el cual conozco muy bien, de hecho, conozco varios jugadores que vienen haciendo un laburo impresionante durante varios años. Es un equipo que da pelea hasta el final y está bien aceitado.
– ¿Que te pareció el nuevo formato del torneo?
– Creo que el formato no fue malo. Fue más emocionante que el del año pasado. A mi me hubiera gustado jugar con otros equipos pero se que el tema de los Km, la distancia entre un club y otro, y el costo de los viajes es muy complicado hoy en día por como está la situación económica. Por ahí se hace medio aburrido o monótono jugar siempre contra los mismo equipos dividiéndolos por distancias. Igualmente, es lo que la UER puede armar, y yo los entiendo, no pueden conformar a todos, pero sin dudas me gustó más que el del año pasado. El del 2018, se hizo con dos zonas en las cuales jugaron todos contra todos y así, los jugadores pierden el incentivo. Imagínate que perdes dos o tres partidos y se te hace imposible poder aspirar a ser campeón. En cambio, con un formato de play off es más divertido porque los equipos no perderían el incentivo ya que clasificarían cuatro y después se cruzarían en semifinales.
– ¿Contra que otros equipos te gustaría jugar?
– Como jugar, me gustaría jugar con todos obviamente. Pero por un tema de formato, los últimos años se viene haciendo por distancia y terminamos jugando con Camatí, Echagüe y los equipos de Crespo a los cuales enfrentamos siempre. Me gustaría enfrentar a equipos de la Costa del Uruguay, como por ejemplo Central Entrerriano o Carpinchos. Con San Martín siempre nos gusta disputar partidos obviamente y con Espinillos no tuvimos el gusto de hacerlo, sería un lindo desafío enfrentar al bicampeon del torneo provincial. Igualmente, la idea es divertirse y jugar, así que mientras haya competencia siempre es bueno enfrentar a cualquier equipo.
– Luego de este logro ¿Se te cruzó por la mente que quizás el año que viene puedan ser campeones de la copa de oro?
– Uno siempre aspira a lograr el objetivo que se propone a principio de año. Para nosotros, era clasificar a la copa de oro. Si el formato sigue siendo el mismo, el objetivo del año próximo será el mismo para pelear lo más arriba posible. Esa es siempre la idea y las ganas del cuerpo técnico, tanto mía como de Tristán Cardozo, quien es mi mano derecha y me acompaña en este rol de entrenador. En 2019 meteremos una buena pretemporada y apuntaremos a llevar al club a lo más alto del torneo.