Hemos leído en estos últimos días una entrevista que un jugador emblemático de Los Pumas, como Patricio Albacete, otorgó al diario La Nación. La nota fue muy comentada y causó cierto revuelo en el ambiente. Y algunas otras noticias no tan buenas o positivas durante el transcurso de la primera participación de Los Pumas en el prestigioso Rugby Championship.
Al mismo tiempo nos hemos dado el gustazo de ver a nuestros Pumas jugar y repartir tackles al más alto nivel mundial, manteniéndonos con la piel de gallina desde el momento del himno hasta el segundo final de cada partido. Haciéndonos sentir orgullosos del nivel ratificado adentro de la cancha, del notable crecimiento en muchos aspectos del juego (line, juego de ataque en general,…..).
Pero bueno, de otras cosas no nos sentimos tan orgullosos, pero hay que saber entender o hacer un esfuerzo para comprender, que como bien anticipaban algunos visionarios acérrimos defensores de los valores y principios del rugby, que esto o algo parecido iba inexorablemente a ocurrir (criticados o tildados de ir contra la corriente, de mantener ideas obsoletas, arcaicas, pasadas de moda y demás, como suele ocurrir por estos tiempos con quien ose defender y/o hablar de valores, esfuerzo, dedicación, convicción, por el bien y el futuro del club, etc, etc.).
Cuando todavía esto del proceso de profesionalización era incipiente. En mi opinión, al menos a esta corriente del pensamiento rugbístico por lo menos debe ser respetada, escuchada, cuando no, tenida muy en cuenta (ya por el sólo hecho de tantas horas dedicadas, hasta en algunos casos, toda una vida al servicio de nuestro querido deporte!). A saber: hoy se cruzan o comparten estructuras o sistemas amateurs con profesionales y semi-profesionales, gente que sigue dedicando tiempo y esfuerzo desinteresadamente y con gran fervor (y que se queda estupefacta, desmoralizada ante ciertas actitudes, acciones/ inacciones,… sopesando de alguna manera, contra todo lo que ellos dejan) y otras que cobran por desempeñar sus tareas como profesionales, pero en ciertos casos siguen siendo respetados o bancados en sus cargos o roles como cuando eran amateurs!?
Pero tanto esto como muchas otras cosas van a existir y sobrevenir, ya que son propias de un proceso de cambio tan radical como en el que estamos insertos, y además somos seres humanos que fallamos, que nos equivocamos. Pero por supuesto que también juegan un papel preponderante los controles, las auditorias las rendiciones de cuenta, los mea culpas, ser más o menos prudente, y en definitiva saber reconocer que nos equivocamos y justamente por eso es que primero hay que saber reconocerlo y luego pedir disculpas (por su puesto habrá casos que tendrán además implicancias jurídicas, legales, políticas, éticas, etc., según la particularidad del caso y el ámbito en el que se produzcan). Por un lado tenemos a Los Pumas jugando en un altísimo nivel, pero por otro demostramos que nos falta muchísimo, definir muchas líneas, aclarar más que nunca muchos tantos. Por que de esto y ojalá así ocurra se puede sacar mucho bueno, pero también corremos el riesgo de quedar atrapados a la mitad!
Mariano Lemoine, desde Mendoza
