En una iniciativa de la Unión de Rugby del Oeste de Buenos Aires (UROBA), de llevar el rugby a la Unidad Penitenciaria número 13 de Junín, los jugadores del Paraná Rowing Club, Marcos Díaz y Tomás Acosta Cis, junto a pares de otros clubes, vivieron una experiencia única.
El proyecto fue impulsado por el profesor Jorge Giménez y contó con el total apoyo del presidente de UROBA, Carlos Alberto Zinani.
“Más allá del reglamento y la idea del juego en sí, a los internos les intentamos transmitir los valores del rugby, algo que les cambia el carácter y la conducta”, contó Díaz y añadió: “Fue tal el cambio que hasta han podido jugar fuera del perímetro de los muros, con todo lo que eso significa”.
“Muchas veces escuché la frase ‘los presos salen peor de la cárcel de lo que entraron’ y si en mi existía algún tipo de prejuicio parecido a eso, se quedó ahí adentro.
Los Gladietors (como se autodenominan) por suerte pierden jugadores constantemente y ellos festejan eso, porque vuelven a la libertad. Algo de esa libertad sienten cada vez que juegan al rugby.