Al pie de la foto (La Voz) dice: Jesús Nievas, Capitán  (T), Renzo Vera (T), Elbio Fredrich (T), Juan Carlos Olave, (B) y Guillermo Farré, Capitán (B). Fue después del partido de fútbol que el sábado disputaron las primeras divisiones de los clubes Belgrano y Talleres de Córdoba. Fue por la tarde en el Estadio Mario Alberto Kempes, ante 35 mil personas. Ganó Talleres 1 a 0 y se adjudicó la Copa Mundo D, que puso en juego el diario La Voz del Interior.  Fue un match de carácter amistoso. Belgrano interviene en el Campeonato Superior de la AFA y Talleres, este año lo hará en el de la Primera B de esa Asociación.

El dato fue que, luego del partido y de las duchas,  los jugadores de ambos equipos, los técnicos, a los que se sumaron algunos dirigentes, se reunieron alrededor de la mesa para poner en marcha lo que fue el Tercer Tiempo. Lo interesante es que no es novedoso. La Organización Pueblo Rugby lo está proponiendo (y haciendo, siempre proyectando los próximos, en las inferiores de la Liga Cordobesa de Fútbol). También el TT se concretó luego del amistoso del año pasado entre Belgrano e Instituto CC, este de la Primera B de la AFA.

Me produjo alegría cuando me enteré de la noticia.

En Buenos Aires se pregonó durante mucho tiempo el discurso de que el “El rugby no es para cualquiera”. El efecto fue que al rugby, aun hoy, le cuesta mucho extenderse en el territorio nacional.

Volviendo al Tercer Tiempo del fútbol, mi deseo es que sea una pequeña ayuda para descomprimir el desenfreno que lo rodea y lo hace tambalear. Mi deseo es que el fútbol, como todos los deportes se practiquen sostenido en la idea primera: mejorar la salud física. Y estimular la expansión espiritual de toda la gente para, entre otras cosas: cultivar la amistad. Y que se practique con lealtad y practricando el bien común por parte de todo sus componentes.

Mi tristeza es por los dos “barras” muertos horas antes del partido San Lorenzo – Boca, en Buenos Aires. El hecho sucedió, también horas antes del Tercer Tiempo que se sirvió en el Chateau, luego del match Belgrano – Talleres.

Por Jorge Mazzieri, desde Córdoba, especial para Tercer Tiempo