El 5 de junio de 2010 comenzaba a desarrollarse en Paraná, Santa Fe y Rosario el Campeonato Mundial Juvenil para Menores de 20 años, que organizó por ese entonces la International Rugby Board -hoy, World Rugby-.
El denominado IRB U20 Championship, significó un antes y un después en algún aspecto para los clubes de la región afectados en una u otra medida a la competencia. La puesta a punto de su infraestructura, canchas, accesos más los beneficios que les trajo aparejados el evento, aún se mantienen latentes.
La mancomunión generada entre la Unión Rosarina, Santafesina y Entrerriana, acentuada con la organización desde el año 2000, del Torneo Regional del Litoral, hizo que ese sueño de recibir a las “Estrellas del futuro”, fuera posible y se hiciera realidad, gracias también al trabajo de Santa Fe Producciones y el apoyo privado y estatal.
UN PUNTO DE INFLEXIÓN
Para los titulares de las tres Uniones en ese momento, José Constante (URR), Pedro Benet (USR) y Daniel Marcó (UER), ese Mundial Juvenil marcó un hito en el Litoral argentino.Que de hecho, se reiteró el año pasado, en Santa Fe y Rosario.
“Ese Mundial para nosotros marcó un antes y un después. No sólo por el aspecto rugbístico que en sí mismo ya es trascendente, sino porque fue una gran oportunidad de exhibir los valores que la comunidad del rugby rosarino, santafesino y entrerriano en general ostentan”, sostuvo Constante.
“La Copa del Mundo Juvenil 2010 fue un punto de inflexión para toda la región. Fue un halago y un orgullo, pero a la vez nos significó una gran responsabilidad desde el momento en que quedamos designados como sede. Para la Unión Santafesina este Mundial fue un hito que seguramente con el correr del tiempo nos vamos a dar cuenta de su magnitud”, aseguró Benet.
Por su parte, al respecto Marcó manifestó: “La satisfacción de haber mostrado a través del juego cómo somos los entrerrianos y santafesinos y el haber podido demostrar al mundo del rugby que podemos ser capaces de organizar este tipo de competencias, fue algo sumamente valorable”.
Los tres directivos coincidieron además, que el trabajo realizado antes y durante el certamen, fue excepcional. Pero fundamentalmente, destacaron el legado que la cita dejó. “Hubo un trabajo exigido por la otrora IRB, que se realizó a la perfección con la sociedad”, concordaron. Dicha tarea tuvo que ver con un legado que fue más allá de haber mejorado distintivamente la infraestructura de los clubes que recibieron partidos o entrenamientos, sino que prevaleció el trabajo desarrollado en las escuelas –enmarcado en el proyecto El Rugby va a las escuelas– y con la comunidad de cada uno de los equipos. “Que la filosofía del rugby quede impregnada en la juventud”, fue el mensaje.
DE GRAN NIVEL
En el plano deportivo, Nueva Zelanda obtuvo el certamen de principio a fin. En la final, los Baby Blacks golearon en el estadio de Newell’s Old Boys a Australia, 62-17. En tanto Sudáfrica logró el bronce al imponerse sobre Inglaterra por 27-22. Mientras la quinta posición fue para Francia,que derrotó a Los Pumitas en el Estadio Colón de Santa Fe por 37-23.
Distintos encuentros tuvieron lugar también en la cancha principal del Club Atlético Estudiantes de Paraná, que recibió diversas obras como los vestuarios debajo de la tribuna principal del Parque Urquiza.
Del mismo modo, el Paraná Rowing Club y el Club Tilcara se beneficiaron con la llegada del acontecimiento, dado el singular recibimiento con el que esperar a los protagonistas, que movilizaron a la ciudad también desde lo social, turístico y gastronómico.
CON REPRESENTANTES PROPIOS
Por primera vez en su historia, Entre Ríos tuvo dos Pumitas en su plantel: los paranaenses Javier Ortega Desio y Martín Chiappesoni. Ambos de gran torneo.
Entre otras actuales figuras, en ese equipo nacional también estuvieron Los Pumas, Ramiro Moyano y Matías Alemanno. Del mismo modo que Manuel Montero y Tomás De la Vega, con pasado en el conjunto argentino mayor.
(Foto principal: Franco Perego (Rugby Click) / Foto secundaria: Prensa UAR)